La leyenda del windsurf Bjorn Dunkerbeck, poseedor de 42 títulos mundiales -el más reciente este mismo año en velocidad-, está esperanzado con las virtudes que reúne su hijo Liam, de 12 años, otro apasionado de este deporte náutico y del dice que es un regatista con "mucho talento".

Dunkerbeck, de 47 años, dijo que con su espectacular palmarés no le ha puesto el listón demasiado alto a su hijo, ya que Liam "avanza por sí mismo y paso a paso" en su carrera, aunque señala que cuando escucha sus consejos "aprende más rápidamente", ironiza.

"Liam también compite en surf y está a punto de ser campeón de Canarias sub''12, y en el windsurf ya ha participado en categoría juvenil en Gran Canaria y Tenerife, con lo que se mueve por las aguas del archipiélago con frecuencia", indica con orgullo.

"Asimismo -añade-, tengo dos niñas que hacen gimnasia rítmica en el club Arenas Corza''s de Maspalomas. Alba ha sido cinco veces campeona de Canarias y Martina tiene dos títulos regionales y un subcampeonato de España. Por último, Daniel, de 4 añitos, ya me dice que cuando sea más grande será mejor que Liam. Vamos a ver qué sale de él", manifiesta.

Björn Dunkerbeck compitió durante 30 años consecutivos en la Copa del Mundo de windsurf y, en la actualidad, disputa las regatas de larga distancia, como la disputada el pasado año en Francia con 1.400 regatistas.

De igual forma, coorganiza un desafío de velocidad en el Caribe, y también es el máximo responsable de la prueba de surf paddel que este domingo en Mogán (Gran Canaria), de donde saldrán los campeones de Europa.

Por otro lado, también en las aguas grancanarias de la sureña playa del Águila sigue funcionando a pleno rendimiento su escuela de windsurf, supervisada por Eugen, su padre, quien siendo septuagenario aún sale a navegar cuando se dan las condiciones óptimas para ello.

Los Dunkerbeck integran, en suma, tres generaciones de una familia que ha puesto a la isla en el primer plano del windsurf mundial, y que pretende seguir aumentando el palmarés del deporte español en esta disciplina gracias al jovencísimo Liam.