José Luis Martí mide mucho sus palabras en cada comparecencia y suele acudir con la lección aprendida. Lo hacía ya en su etapa de jugador. Lanza mensajes claros, pero no suele levantar la voz. Evita las polémicas, aunque responde a todo. Era, sin duda, el mejor protagonista posible para abrir un año que debe ser importante para el CD Tenerife.

¿Qué balance hace de 2016?

Nos hubiera gustado conseguir más victorias, que es lo que a todos nos atrae. Pero relativamente estoy contento. Porque siempre competimos y, si perdemos, es por la mínima. Logramos que los partidos estén muy abiertos y eso es importante. Sí es cierto que los empates nos han lastrado a la hora de puntuar más.

¿Llega a molestar tanto empate?

No. A mí me molestaría que no tuviéramos posibilidades de ganar el partido o que el rival te pase por encima. Si somos capaces de competir y leer el partido dentro del terreno de juego, no hay problema. Habrá días en los que no encontremos el sitio. Pero desde que yo estoy aquí solo ha habido dos partidos en los que verdaderamente me ha disgustado eso.

¿Qué le pide a 2017?

Ganar en Tarragona para empezar y, a partir de ahí, que las lesiones nos respeten. Porque nos han hecho bastante daño en la primera vuelta.

Ya lleva más de un año como entrenador profesional. ¿Qué ha aprendido?

Está claro que me imaginaba que sería diferente. Hasta que no lo vives no sabes la trascendencia que tiene la figura del entrenador dentro de la entidad y con el grupo de jugadores. Creo que lo más difícil es siempre gestionar el grupo y, en eso, te vas a equivocar en algo porque todos los jugadores son de diferente carácter. Ahí va a haber errores, pese a la experiencia. Luego, siempre pensaba que lo más difícil sería ver el partido desde el banquillo y ser capaz de cambiarlo desde fuera. En los entrenamientos trato de ponerme ahora en otra posición. No ha sido tan complicado.

¿Qué le gustaría mejorar? ¿Hay alguna faceta en especial?

En todas. No hay ninguna en la que no crea que puedo mejorar. Pero sobre todo en la gestión de grupos, entrenamientos y tareas o en el manejo de las situaciones de club. Vengo aquí a pasar un examen cada día y los que me examinan son los jugadores. En eso tengo que mejorar para lograr que cada vez le queden más claras las cosas que pretendo transmitirles.

Hablemos de los refuerzos de verano. Amath y los laterales izquierdos, los más regulares.

Sí, bueno. Pero también Ismael (Falcón). Cuando ha tenido opciones nos ha ayudado y demuestra su nivel en los entrenamientos. Todos los demás han intentado ayudar cuando les ha tocado jugar, unos con mejor resultado que otros.

En cambio, hay otros que no juegan o no han rendido al nivel esperado cuando lo han hecho como Álex García o Crosas.

Aparte del aspecto individual, hay que valorar otras cosas. Es verdad que ellos han intentado hacerlo lo mejor posible, pero tienen competencia que no afloja.

Desde su expulsión, Jouini casi ha desaparecido. ¿Ha resultado más difícil su adaptación de lo que pensaban o es un problema de calidad?

Ha tenido un problema de adaptación y estamos intentando corregirlo. Sabíamos que tendríamos limitaciones por la barrera del idioma y el cambio a un fútbol que no es como el que él estaba acostumbrado a jugar. Creo que se va integrando más y esperemos que sea capaz de tener más minutos para que demuestre por qué le trajimos.

¿Está descartada su salida?

No. No queremos descartar nada, pero sí gestionar todo. En función de los posibles refuerzos, decidiremos qué jugadores pueden salir si les apetece. A día de hoy contamos con todos.

Si llegaran tres futbolistas en este mercado, le quedaría una plantilla un poco larga.

Mi idea es no tener más de 22. Luego es cómo se trabaja y ya ha habido casos de jugadores que creíamos que no estarían aquí y siguen estando. Pero es la idea.

Fichajes. ¿Busca un central rápido? Aunque tienen muchas otras virtudes, sus cuatro centrales no son especialmente veloces.

Ahora tenemos todas las alternativas en los tres centrales y Alberto, que también nos puede ayudar mucho en el centro del campo. Lo que buscamos es a alguien que sea para mejorar o para tener al menos el mismo nivel de los que tenemos.

En cambio, no se habla mucho del lateral derecho. Si persisten los problemas físicos de Edu Oriol en enero, ¿se plantearían reforzar esa demarcación?

Vamos a ver cómo reacciona durante este mes. A partir de ahí, tendríamos que decidir.

Muchas voces coinciden en la conveniencia de incorporar un mediocentro distinto. Con capacidad para dotar de pausa y precisión al juego de su equipo. ¿Es ese el objetivo principal? ¿Hay opciones en el mercado?

Sí, pero lo que pasa es que a veces se entiende que debe ser el jugador el que sea capaz de darnos ese perfil ofensivo. Pero necesitamos que sea capaz de trabajar. Al menos si queremos jugar con dos futbolistas en banda tan ofensivos como tenemos ahora y dos delanteros. Incorporar a un futbolista ahí que nos dé juego, pero no trabajo, nos desordenaría y desequilibraría. ¿Que nos apetece tenerlo? Por supuesto que sí. Que ya pueda ser un jugador más orientado a la media punta o a un pivote con cierta capacidad para crear, pues a ese lo quiere tener cualquier entrenador en sus filas. El problema es buscarlo e incorporarlo porque, a día de hoy, no es fácil de encontrar.

Entiendo que quiere un pivote capaz de adaptarse a jugar con uno de los dos habituales o con ambos para completar el "trivote".

Correcto. Pero sobre todo que sea capaz de jugar como segundo mediocentro para mantener cuatro ofensivos en el once.

Desde diciembre, el equipo se hizo más directo. Jugó más al espacio, a las transiciones rápidas, aunque no desdeñara las posesiones cuando podía. ¿La llegada de un creativo le permitirá apostar por un fútbol más combinativo?

Hemos encontrado la idea de tener la posesión, pero con la finalidad de hacer gol. Por el perfil de jugadores que tenemos, muy verticales y muy de conducción y desequilibrio, buscamos la portería contraria. El objetivo es alternar. Tener la posesión, distraer, buscar el espacio tanto en corto como en largo. Sobre todo tener alternativas y poder variar.

Hábleme de Vitolo-Aitor Sanz. Muchas críticas se han centrado en ellos, no tanto en su rendimiento como en sus condiciones. En que el equipo ha necesitado un tercero para rendir mejor ofensivamente. Ya sea con "trivote" o con Javi Lara o Aarón en el once.

Partir de la base de que no son compatibles es un error. Con la trayectoria que tienen, es imposible no valorar el hecho de considerar que se pueden adaptar a cualquier compañero y tipo de fútbol. Pueden tener la posesión y, con su despliegue físico, son capaces de combinar. Aitor ha sido uno de los máximos asistentes y Vitolo transmite competitividad, contagia y trabaja muy bien para dar equilibrio.

¿Cuesta dejar fuera a uno de ellos por su trayectoria en el equipo y peso en el vestuario?

Cuesta si están al nivel. Si no, no. Lo que tiene que decidir el entrenador es quién se esfuerza al máximo en entrenamientos y partidos.

Tiene usted a sus órdenes jugadores muy verticales en ataque, algo que también condiciona y "quema" las posesiones.

Saber el tipo de futbolistas que tienes para explotar sus virtudes es lo más importante. No puedes pretender jugar a otra cosa cuando las virtudes son las que son.

Buscan también un atacante. Desde la salida de Nano parecía prioritaria. ¿Ahora menos?

Hemos encontrado capacidad de trabajo y velocidad de movimientos en Amath. Nos está dando lo que podía hacer Nano, que fue un futbolista importantísimo la temporada pasada. Y ojalá lo hubiéramos tenido con nosotros, pero no puedes pensar en lo que no tienes. Por eso no me quejo de los lesionados, aunque hemos perdido a jugadores importantes como Choco.

¿Qué perfil busca exactamente?

Gente que sea capaz de atraer al contrario, de conducir, de dividir, de asociarse. Y con condiciones de mantener el balón, de quedársela, de tener personalidad, de desequilibrio, de tener un último pase... y gol.

Nano, Chuli, Naranjo... Apuntar han apuntado alto.

El problema es que no hay muchos de ese perfil y de ese nivel, pero sí hay muchos equipos que quieren a esos jugadores. Será complicado hacernos con alguno de ellos. Ojalá lo consigamos. Para nosotros sería importantísimo contar con ese tipo de futbolistas.

¿Tardarán en llegar los fichajes?

Lo ideal es que estuvieran aquí ya para adaptarse a los compañeros y al sistema de entrenamiento y juego. Pero la realidad es otra y lo mejor es esperar a que sean los jugadores que de verdad queremos. Que no por traerlos el 2 de enero sea algo que no nos va a aportar. La mayoría de futbolistas quieren esperar al 20 de enero por si juega en su equipo, cambia el entrenador o le llegan otras ofertas. Muchos juegan en Primera y todo no depende de nosotros. Tenemos confianza y estamos haciendo lo posible para mejorar el aspecto futbolístico y no estropear el factor humano de este vestuario.

Usted siempre le ha dado mucha importancia a Choco Lozano, pero el equipo ha sabido sobrevivir sin él. ¿Le costará entrar o considera que lo lógico, si rinde a su nivel, es que esté?

Tenemos que tener paciencia y él la va a tener. Es un jugador importante, pero el año pasado ya se quedó varios partidos en el banquillo porque su nivel no era el que tiene. Siempre nos ha dado un buen nivel, pero creo que tiene unas condiciones extraordinarias para ser un futbolista fuera de lo común, seguramente uno de los mejores de la plantilla. Pero ahora va a tener que ganarse un puesto como el resto y, a medida que vaya teniendo minutos, seguro que tendrá sus oportunidades.

Durante este tramo de temporada ha lamentado que Cristo y Amath ocupen plaza de filial porque eso le resta margen de maniobra con otros futbolistas de la cantera. ¿Se plantean darle un dorsal profesional?

Mientras tengamos solo esos dos no hay inconveniente. En algunas convocatorias sí es verdad que hemos tenido que elegir uno entre Bolaños y Giovanni. En algún partido, incluso ha tenido que venir Ángel (Galván). No nos queremos arriesgar. El Málaga casi pierde un punto en el Camp Nou porque tuvo tres jugadores del filial y casi se produce una expulsión. Es un hándicap, pero hay que darle la importancia justa que tiene.

Pero hicieron la pretemporada y hasta tuvieron minutos futbolistas como Óscar, Ale González o Ale Pipo. Destacan otros en el B como Giovanni o Bolaños. Y luego falla un medio y juega Alberto. O falta un lateral derecho y juega un zurdo. ¿No es ese un mensaje negativo para la cantera?

Es probable. Pero es la situación y es el fútbol profesional el que nos hace tomar decisiones. Es un mensaje de que tendrán su oportunidad cuando estén preparados y que cuando les corresponda deben aprovechar la oportunidad.

En este sentido, ¿no es un problema que Cristo González no haya renovado?

Es algo del club, algo en lo que no me meto. Si se me consulta si Cristo es un jugador importante para mí y si hay que renovarle, digo que sí. La entidad está haciendo todo lo posible para que siga aquí y creo que Cristo está contento de seguir aquí y así lo ha manifestado.

El club está haciendo todo lo posible, Cristo quiere seguir, pero... ¿se está haciendo todo lo posible desde el lado del jugador en la negociación?

No quiero ni enterarme. Pienso en que todo acabará con el beneficio de todos. El chico está trabajando muy bien, incluso en una posición que no es la suya. Poco a poco está madurando. Todas las veces que no ha podido salir al campo le han hecho valorar cada oportunidad que ahora tiene.

De hecho, ha pasado de frecuente descarte a titular. ¿Qué ha cambiado?

Sobre todo en actitud, en entender que esto no es llegar. Jugar diez o quince partidos lo han hecho un millón de futbolistas (sic) en Segunda, pero jugar trescientos como han hecho Raúl (Cámara), Suso o Aitor (Sanz) se pueden contar con los dedos de una mano. Para eso no sirve lo que he hecho, sino el presente y el futuro. Si el chico se ha dado cuenta de que eso es así, con las condiciones que tiene, su carrera durará muchos años.

¿Y qué debe mejorar?

En los partidos. Ser capaz de percibir y decidir, de no querer demostrar todo lo que tiene. A veces, la ansiedad le puede por el fútbol que tiene y que demuestra en los entrenamientos. Con más paciencia y experiencia, resolverá situaciones que ahora no en tres o cuatro años sin darse cuenta.

Hasta ahora siempre le ha faltado al equipo el último empujón para meterse de verdad en la pelea. ¿Por qué?

Muchas veces es lo que nos pasa en los partidos. Llegamos bien hasta los últimos 25 metros, pero luego no concretamos. No ha pasado nada más allá de la ganas de llegar. A veces hay que evitar esa ansiedad por vernos allí. Hay que vivirlo todo desde la tranquilidad, pero con exigencia. Sucede con los veteranos, que llevan aquí tiempo, se sienten muy responsables de darle algo a la afición. Y eso pesa. Pero me da la sensación de que, en los últimos partidos, se va corrigiendo. Ese es mi trabajo. Que interpreten mejor el otro fútbol y acabemos llegando. Tenemos que estar siempre de media tabla para arriba, lejos de los puestos de peligro y preparados para dar el salto.

Ustedes han enmascarado el objetivo del "play-off", pero...

El objetivo es ilusionar. No es buena idea cambiar el mensaje. A todos nos gustaría buscar el "play-off" en los últimos partidos. El momento grande será en las ocho jornadas finales. Si estamos cerca, ahí habría que apretar porque, entonces sí, el objetivo sería ese.

Usted sabe, por su experiencia como jugador blanquiazul, que el entorno de la Isla es capaz de lo mejor y lo peor. ¿Confía en que, si se meten entre los seis primeros, la gente los lleve en volandas?

Si nosotros somos capaces de conseguir eso, sobre todo en el partido cinco, seis o siete de la segunda vuelta, con el sentimiento que hay por el Tenerife, veremos un estadio lleno. Y eso te da puntos. Ahí tendremos que interpretarlo bien y no dejarnos llevar por la euforia.