No podía tener un mejor final esta primera vuelta de la Liga ACB. Después de una intensa trayectoria, el Iberostar Tenerife tuvo como colofón a este primer tramo de la Liga un triunfo sobre el FC Barcelona Lassa (71-60) y el premio añadido de terminar tercero de la competición y ser cabeza de serie en la Copa del Rey, que se disputará en Vitoria entre el 16 y 19 del próximo mes de febrero.

Dos premios que se suman a la historia del equipo tinerfeño que parece que no tiene límites. Aún queda toda la segunda vuelta y la disputa del torneo del KO, pero que le quiten lo bailado.

Ayer hizo un partido de mucho nivel y no permitió que el Barcelona pudiera controlar el partido. Solo en el segundo tiempo, en el que tuvo algunas dudas en el juego, unido a varias pérdidas de balón que aprovechó el equipo catalán para ponerse por delante en el marcador (27-29), pero que los de Txus Vidorreta corrigieron en un excelente tercer cuarto.

El trabajo de equipo funcionó a las mil maravillas. Buen trabajo defensivo con un perfecto control en el rebote defensivo y un ataque, inicialmente sin "locuras", muy controlado y tirando cuando la ocasión lo permitía.

En este aspecto destacó Aaron Doornekam que con dos triples consecutivos ponía a su equipo delante en el marcador (6-4, min.4).

Fue el inicio del primer empuje local que llegó a situarse diez puntos arriba a un minuto de terminar el primer cuarto (19-9) donde empezaron a aparecer Hanley y White. Por el conjunto catalán, Justin Doellman se mostraba como el jugador más acertado.

Los cambios beneficiaron más al Barcelona en el segundo cuarto. Bajó algo la intensidad defensiva local y unido a una serie de pérdida de balón y errores en los lanzamientos, el Barcelona empezó a recortar distancia. De ese 23-15 con el que concluyó el primer cuarto, se pasó a un 27-29, un parcial de 4-14 que empezaba a preocupar al banquillo local.

Los cambios efectuados no hicieron el efecto esperado, pero lo importante es que la ventaja al descanso era solo de cuatro puntos (29-33).

En los primeros minutos del tercer cuarto el Barcelona subió su diferencia a seis puntos (29-35), máxima del equipo catalán en todo el partido. La reorganización de la defensa y de nuevo el acierto ofensivo llevó al equipo tinerfeño a reducir de nuevo distancia y empatar el partido a 35 (min.22) y ponerse por delante de nuevo en el 25 (39-37). Bogris se convertiría en el eje del ataque local, no solo por sus anotaciones, sino por los numerosos rebotes ofensivos que capturó en esta fase del choque.

El Barcelona, por su parte, buscaba dar la vuelta al choque, pero no encontró la fórmula para eso y les llevó a las precipitaciones y a fallar, además debajo de canasta donde el equipo catalán era más fuerte.

De ese 39-37 se pasó a un 47-40 y a concluir el tercer cuarto con un apasionante 49-43.

Y de arrugarse nada, los pupilos de Txus Vidorreta salieron a por todas en esos diez últimos minutos. Hanley puso el 51-45 y White, con un triple, el 54-45. Nueve puntos arriba y siete minutos por jugarse.

Un triple de Aaron Doornekamp a falta de seis minutos (58-51) y un 2+1 de Abromaitis (63-53) en el que se volvió a llegar a la máxima ventaja del partido.

A tres minutos para el final (64-56) Bartzokas dio de entrada de nuevo a Doellman y Navarro para intentar ganar desde el exterior, pero no fue la solución y el Iberostar Tenerife supo controlar con mucha cabeza su ventaja en el marcador y terminar ganando.

Fin de la primera vuelta y de nuevo a empezar, pero con un Iberostar Tenerife tercero en la clasificación. Entre medio esa atractiva Copa del Rey de Vitoria a la que van con mucha ilusión, pero conscientes de que es un torneo donde todo puede pasar. Los tinerfeños van como cabeza de serie y tendrán como primer rival a Baskonia, Herbalife, Unicaja o Andorra. El sorteo será hoy.