El Real Madrid encarriló los octavos de final de su competición preferida, la Liga de Campeones, encontrando el premio al planteamiento valiente con presión alta de Zidane, para remontar con contundencia al Nápoles y mostrar, tras un esfuerzo titánico, credenciales de campeón (3-1). Era el día para brillar. Un partido especial en un día señalado cura las heridas. Lo entendió al fin Benzema a quien el madridismo más que acierto le pide actitud. Mordió desde el pitido inicial. Se cumplían 25 segundos cuando generaba la primera ocasión clara. Pero el descaro del grupo dirigido por Maurizio Sarri es innato. No elabora, juega directo. Golpea. Podía ser de locos aceptar el intercambio de golpes o de genio. Y le comenzó saliendo bien la jugada. Un golpe mermaba a Ramos. Marcelo no encontraba puerta con su disparo y tras dos llegadas que avisaban a Keylor que debía estar despierto en las salidas, de la nada llegó un directo inesperado al rostro madridista. Una mala salida de jugada costó cara. Lo vio Insigne que castigó el error sin necesidad de avanzar. Su disparo lejano se coló en la portería blanca sin que la estirada de Navas pudiese impedirlo. Todo acababa en Benzema. Carvajal, que firmó un partido para enmarcar, culminaba una subida con un pase de lujo con el exterior medido a la testa de Karim que extendía su idilio con la "Champions". La reacción rápida había llegado en diez minutos. Sin tiempo para respirar perdonaba el Real Madrid en uno de esos errores impropios de un jugador de la grandeza de Cristiano. La segunda parte sería decisiva en el desenlace del duelo. El Nápoles no especuló y su valentía fue castigada con dureza. Cristiano desde el costado derecho desató una bicicleta recordando viejos tiempos, se fue con la facilidad que hacía mucho no se le veía y su pase atrás lo remató Kroos con uno de sus disparos que son pases a la red. A renglón seguido, en un robo tras presión, el balón llovió del cielo a Casemiro que enganchó una volea magnífica para el 3-1.

"Benzemá es muy bueno"

Zinedine Zidane, técnico del Real Madrid, destacó el gran partido de Benzema ante el Nápoles, aseguró que le faltaba el gol que marcó y destacó que estuvo "muy bien como el resto" del equipo madridista, pero advirtió que con el 3-1 "la eliminatoria no está sentenciada".

"Siempre estoy feliz con Karim, claro que él hoy -ayer-, lo está más porque le faltaba este gol que últimamente no conseguía. Contento por su gol pero con lo que hace en el campo en general, hace jugar mejor a los demás y es un jugador que siempre se asocia. Cuando se mueve por derecha, izquierda, entre líneas en el medio es muy bueno", manifestó en rueda de prensa. Por encima de todo Zidane se quedó con la "intensidad" que metieron sus jugadores y "la concentración alta". Fueron claves para derrotar al Nápoles. "Era un rival bueno, que venía con una racha muy buena. Se ha visto un gran Nápoles que nos ha puesto en dificultades varias veces. Ofensivamente te pueden hacer daño en cualquier momento. Ha dado el nivel que esperaba".

"San Paolo, un infierno" Maurizio Sarri, entrenador del Nápoles, aseguró que su estadio, San Paolo, será un "infierno" en el choque de vuelta.

"No creo que haga falta ningún mensaje. En el partido de vuelta, San Paolo va a ser un infierno. Si conseguimos dar más moral a la afición y conseguir algo importante en los primeros diez minutos, la respuesta de la afición va a ser increíble. Si en términos de lucidez mejoramos, va a ser un partido muy difícil para ellos y para nosotros", declaró. Asimismo declaró que el partido del Real Madrid fue el que mejor jugó "en los últimos tres meses".

3-1

real madrid-nápoles

Real Madrid: Keylor Navas; Carvajal, Varane, Sergio Ramos (Pepe, 70''), Marcelo; Casemiro, Kroos, Modric; James (Lucas Vázquez, 76''), Cristiano Ronaldo y Benzema (Morata, 81''). Nápoles: Reina, Hysaj, Raúl Albiol, Koulibaly, Ghoulam, Diawara, Zielinski (Allan, 74''), Hamsik (Milik, 84''), Callejón, Insigne y Mertens. Árbitro: Damir Skomina (Eslovenia). Amonestó a Ramos y Modric; y a Zielinski y Mertens. Goles: 0-1, m. 8: Insigne; 1-1, m.18: Benzema; 2-1, m.49: Kroos; 3-1, m.54: Casemiro. Incidencias: Santiago Bernabéu lleno, con 83.500 espectadores.