Hay un antes y un después de la derrota que sufrió el Tenerife en Anduva ante el Mirandés. Aquella tarde de domingo cayeron los de José Luis Martí por 3-2 en lo que suponía su tercera derrota en las siete primeras jornadas de la competición liguera. Córdoba (1-0) y Elche (3-1) ya habían superado a los insulares. Dos victorias (Valladolid en casa y Almería fuera) y dos empates en la Isla (Sevilla Atlético y Mallorca) completaban un arranque decepcionante. La decimocuarta plaza y los discretos 8 puntos logrados hasta entonces acercaban más al abismo del descenso que al sueño del "play-off" de ascenso.

Desde entonces, el panorama cambió de forma radical. Y eso que los blanquiazules no ganaron en sus siguientes cuatro compromisos. Empataron tres de ellos y perdieron contra el Real Oviedo en un mes de octubre que incluso hizo tambalearse la figura de José Luis Martí. Pero algo había empezado a cambiar en un equipo que buscaba solidez y había simplificado su ataque. La entrada definitiva de Amath como delantero ayudó como palanca para completar la metamorfosis. De hecho, de la derrota en el Nuevo Carlos Tartiere al siguiente choque sin puntuar pasaron casi dos meses: del 23 de octubre al 10 de diciembre en Valencia ante el líder Levante.

Son esos los únicos partidos perdidos en cuatro meses y medio de Liga, completados con 7 victorias y 9 empates. Esos 30 puntos han disparado al Tenerife hasta una sólida posición de "play-off". En esa parte del Campeonato, mantuvo su portería a cero en seis ocasiones y solo recibió más de un gol en un partido (fue ante el Rayo Vallecano y acabó ganando 3-2).

La comparación con los 21 rivales tampoco deja lugar a las dudas en el número de derrotas: es el que menos ha perdido en estas 18 jornadas. Levante y Girona, ubicados cómodamente en puestos de ascenso directo, cayeron en tres ocasiones. El Cádiz de Álvaro Cervera (4) y el Numancia (5) le seguirían en esta peculiar clasificación de Segunda. El resto no ha bajado de 6 encuentros perdidos hasta llegar al Mirandés (11).