Rubén Baraja, que ayer fue destituido como entrenador del Rayo Vallecano, declaró este martes que tanto su cuerpo técnico como él se van "con la conciencia tranquila del deber cumplido y con una lección más aprendida".

El balance de Baraja al frente del Rayo se ha resumido en tres victorias, cuatro empates y seis derrotas en trece partidos, que sitúan al equipo, transcurridas 26 jornadas, en la decimosexta posición con 28 puntos, solo uno por encima del descenso.

El técnico vallisoletano quiso despedirse este martes con un comunicado en el que deseó "lo mejor al Rayo y a la afición", pero en el que no hubo palabras para los futbolistas.

"Es la ley del fútbol y así lo asumo. Han sido tres meses intensos donde mi cuerpo técnico y yo hemos tratado de dar lo mejor de nosotros mismos para ayudar a que este club histórico esté donde se merece. Los resultados no se han dado como queríamos, pero nos vamos con la conciencia tranquila del deber cumplido y con una lección más aprendida", dijo Baraja.

"Sólo puedo decir que nos sentimos en deuda con una afición que nos ha mostrado su apoyo y cariño desde el principio y en los peores momentos. También con aquellos que como nosotros se han dejado todo durante este tiempo para defender los intereses del Rayo", añadió.

Por último, Baraja deseó "al Rayo y a su afición lo mejor".

"Siempre los llevaré en el corazón. Ha sido un honor. Hasta siempre", concluyó.