Sin tiempo que perder, Mingo Oramas llegó ayer a La Palma y, además de ser presentado, dirigió sus dos primeras sesiones como entrenador del Mensajero. Entre hoy y mañana terminará de preparar el trascendental encuentro que medirá el domingo al equipo rojinegro con el Socuéllamos (Silvestre Carrillo, 11:30 horas). En juego, tres puntos esenciales para iniciar el camino hacia la permanencia en la Segunda B.

El grancanario se encontró en su primer día en el Mensajero con un escenario similar al que vivió en la temporada 2014/15, cuando fue elegido por la UD Las Palmas como sustituto de Josico en un filial amarillo que luchó, sin éxito, por evitar el regreso a Tercera. "Esta situación no es nueva para mí, así que esperaba ver lo que me he visto", dijo Oramas refiriéndose a su primera toma de contacto con la plantilla. "He seguido muchos partidos del Mensajero en esta temporada y tengo la ventaja de conocer a los futbolistas", dijo antes de añadir que el comienzo de esta etapa resultó "muy positivo".

Mingo se mostró convencido de que el conjunto rojinegro tiene argumentos suficientes para pensar que podrá repetir, por tercera campaña seguida, en la categoría. Además, dio a conocer las claves de la identidad que espera que tenga su equipo. "Por el perfil de los futbolistas que hay, tampoco es difícil saber qué vamos a intentar en el campo. Además, esta categoría exige que estemos defensivamente bien. Luego, viniendo de la UD Las Palmas, procuraré que le demos un buen trato al balón y que les hagamos daño a los rivales para marcar goles que nos den puntos", explicó el grancanario, que debutará pasado mañana en el duelo clave para la salvación ante el Socuéllamos.