El toledano Lucas Búa y el tinerfeño Samuel García se clasificaron quinto y sexto, con igual marca de 46.74, en la final de 400 metros de los Europeos en pista cubierta, en la que el checo Pavel Maslak obtuvo su tercer título consecutivo con la mejor marca continental del año (45.77).

El reparto de calles por los resultados de las semifinales complicó el trabajo de los españoles, que partieron por las peores: Samuel por la primera, Lucas por la segunda.

El toledano arriesgó en busca de una buena colocación al paso por el 200 pero se desgastó en exceso y se quedó sin fuerzas para los últimos metros, mientras que el canario, más conservador, terminó más fuerte, a punto de cazar a Lucas.

El 400 prometía horas felices a España y las expectativas se cumplieron a medias. La semifinales dejaron fuera al nuevo plusmarquista nacional, el palentino Óscar Husillos, y los dos finalistas -hacía 28 años que no había dos españoles en una final de 400- no estuvieron cerca de las medallas.

"Con estos animales que van tan rápido correr por las calles interiores es muy difícil. Lo he intentado, he peleado pero no era mi ritmo, siempre voy más tranquilo. Para la próxima vez", comentó Lucas Búa.

Samuel abundó sobre lo mismo: "Era muy complicado correr por la calle uno, por mi estatura, pero estoy contento por haber llegado hasta aquí y ser competitivo. He intentado recoger algún cadáver pero me cuesta mucho correr por la calle uno", explicó.