Dos goles de Antoine Griezmann y uno de Kevin Gameiro solventaron un triunfo indispensable del Atlético de Madrid, contundente en el juego y en el marcador, y retomaron la cuarta plaza de la clasificación frente al Valencia, doblegado sin discusión en el Calderón.

El conjunto rojiblanco fue superior y práctico. Tenía muy claro qué quería y cómo buscarlo. Lo encarriló muy pronto, en el minuto 9, lo sentenció nada más comenzar la segunda parte y tuvo oportunidades para una goleada mayor, sin respuesta de su rival, derrotado y sin una sola ocasión clara en los más de 90 minutos de duelo.

Le ganó sin dudas el Atlético, que no jugaba solo contra el Valencia. También contra la presión por detrás de la Real Sociedad y el Villarreal y la irregularidad que ha mermado sus aspiraciones en esta Liga. Variado el objetivo, fuera de la Liga y alejado del tercer puesto, el equipo rojiblanco mira a la cuarta plaza.

De nuevo es suya, desde el estupendo contragolpe que le puso en ventaja. En el minuto 9, después de un inicio potente del equipo y con una ejecución imparable de Koke y Griezmann. El primero como conductor y sensacional pasador; el segundo por su fenomenal desmarque diagonal y su certero zurdazo para batir a Diego Alves.

La primera parada de Oblak fue superada la media hora con una intervención fácil. La siguiente fue en el segundo tiempo, con 2-0. Nada más de los visitantes. Ni en la primera parte ni en la segunda.

La respuesta del Valencia tras el segundo gol fue una vaselina desde tres cuartos de campo de Munir. Nada más. Y nada inquietante para el Atlético, que encontró todas las facilidades del mundo y que transformó en el tramo final un triunfo cómodo en una goleada clara con el 3-0 de Griezmann.