Rachid Ait Atmane, uno de los tres fichajes de invierno del Tenerife, junto a Tyronne y Shibasaki, jugó el pasado domingo, ante el Oviedo, su segundo partido como blanquiazul. Desde su debut en la cita con el Elche, pasaron dos meses. Una lesión en un costado, de la que ya está recuperado, le obligó a parar. A falta de diez jornadas para que acabe la Liga, el centrocampista cedido por el Sporting asegura que no se arrepiente del paso que dio al unirse al equipo blanquiazul y confía en dejar huella en el club.

"Estaba un poco fastidiado por la lesión, pero ya estoy contento por haber vuelto a tener minutos", dijo el francés después del entrenamiento de ayer. "Ahora me siento bien, creo que ya estoy al cien por cien", aclaró respecto a su estado de forma y a las secuelas de una dolencia que no le pareció grave en un principio. "Recibí un golpe en la zona intercostal mientras jugaba el partido con el Elche. Al principio no me molestó, pero después me vino el dolor".

Rachid trató de llevar la situación con optimismo, pese a sufrir un revés de este tipo siendo un recién llegado a la plantilla. "Intento ser alegre en la vida, pero es verdad que al venir al Tenerife me marqué unos objetivos y la lesión los paró un poco. Ahora pienso en el futuro y en ayudar".

Asimismo, destacó el trato de sus compañeros. "Me ayudaron como a los demás lesionados, los vi muy pendientes de cómo estaba, al igual que los técnicos".

Pasado el tramo de inactividad en la competición, Ait Atmane afirmó que llega a tiempo de ser valioso dentro del grupo al que pertenece. "Estoy seguro de que iré a mejor y voy a trabajar como siempre, al cien por cien, para ayudar".

En cuanto a sus planes a partir del 30 de junio, confesó que no se ha planteado nada y recordó que tiene contrato con el Sporting. "Vine al Tenerife a disfrutar del fútbol, a tener minutos y a mostrar lo que puedo hacer en un campo", indicó antes de opinar que en su actual club y en el Sporting "se vive el fútbol de la misma manera", con aficiones muy pasionales.