El Leganés firmó ante Las Palmas una victoria balsámica que le permitió ampliar la ventaja con sus rivales por la permanencia y de paso enviar a uno de ellos, Osasuna, a la categoría de plata. Como se preveía, Quique Setién puso en juego un once titular en el que tuvieron sitio algunos de los menos habituales. Poco sucedió digno de destacar en los primeros 45 minutos. Tras el paso por vestuarios, un vendaval de tres goles barrió la tensión en poco más de cinco minutos gracias a los graves despistes defensivos amarillos.