Héctor Armas, técnico del Atlético Pinar, publicó ayer un comunicado en el que pide disculpas por "la actitud y el comportamiento de varios miembros" de la plantilla que entrena, refiriéndose a los participantes en los incidentes que acabaron con una agresión a Carlos Adolfo Díaz García, asistente del árbitro del partido que enfrentó al equipo herreño con el Atlético Victoria el domingo pasado, en el campo municipal de Acentejo.

"Como entrenador del Atlético Pinar, muestro mi total repulsa", afirma Armas, quien muestra sus "más sinceras disculpas hacia los árbitros y su colectivo, y hacia ambas aficiones y rivales". El técnico considera que "el comportamiento" de "varios miembros" de la plantilla del Atlético Pinar "no estuvo a la altura" del escudo de un club "de principios y valores" y que no debería "ver su imagen dañada por este tipo de actos impropios de unos deportistas" que no lo "representan". Además, reconoce que le "entristece" lo ocurrido. "Reitero mi decepción y mi dolor".

Uno de los testigos fue el entrenador del Atlético Victoria, Jairo Hernández. "Se armó un primer barullo por unas protestas tras el penalti, pero todo se calmó y pensé que no iba a ir a más. El club tomó medidas para que no accediera ningún aficionado al campo. Pero no contábamos con que sí iban a entrar jugadores para intentar agredir a los colegiados".

Carlos Díaz fue trasladado en una ambulancia a un centro médico y, a continuación, presentó una denuncia contra sus agresores. Por su parte, el árbitro principal, Jesús Alberto García Gutiérrez, redactó un informe aparte para ampliar la información sobre los incidentes.