El campeón estadounidense del peso welter junior o superligero, Terence Grawford, tiene todo listo para hacer su defensa del título de campeón de la Organización Mundial de Boxeo y del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) ante el aspirante, el dominicano Félix Díaz y luego subir de categoría.

De ahí la importancia que tiene la pelea del sábado cuando se enfrente a Díaz en el cuadrilátero que estará montado en el Madison Square Garden de Nueva York.

Será la primera pelea de Crawford en la arena principal del legendario recinto, escenario de grandes combates, otro paso en su intento por ser uno de los boxeadores más reconocidos del mundo.

Pero las grandes peleas están en divisiones mayores. Mudarse de superligero a welter (de 140 a 147 libras) le daría oportunidades potencialmente lucrativas ante púgiles como el filipino Manny Pacquiao y su compatriota Keith Thurman.

Crawford (30-0 con 21 nocáuts) está mentalizado para ganar la pelea ante Díaz y de ahí que admite que no puede admitir otro resultado que una gran victoria.

"Estoy listo para lo que sea. Hay muchas oportunidades en las 147 libras, y es por eso que estoy en este deporte", declaró Crawford. "Cuando estaba en las 135 (ligeros), todos pedían que subiera a las 140 y decían que era muy grande para las 135. Lo hice, y luego de dos o tres peleas me piden que suba otra vez. Es un ciclo interminable".

Crawford, de 29 años, ha peleado en el teatro que se ubica dentro del Garden, un escenario más pequeño. Ha librado cuatro de sus últimos siete combates en Omaha, Nebraska, su ciudad natal, pero ahora será la gran pelea.

Aunque también es consciente que el público será mayoría de origen dominicano que apoyen a su compatriota, que además reside actualmente en Nueva York y espera tener la ayuda de toda la comunidad hispana.

Díaz, de 33 años, ha hecho una buena preparación y también en la campaña de movilizar a su favor a la nutrida y apasionada comunidad dominicana, que tiene protagonismo dentro de la ciudad neoyorquina.

"Realmente creo que voy a tener un apoyo masivo la noche de la pelea", comentó Díaz. "Eso es algo que me va a ayudar muchísimo porque te sientes respaldado cuando estás en el cuadrilátero".

El estadounidense, campeón del (CMB y OMB) niega estar preocupado por ello, admite esa realidad, pero no está preocupado.

"Una vez que subo al ring me siento en casa", manifestó. "Es como si toda la presión y lo demás se fuera por la ventana, porque los puños comienzan a volar. No puedes preocuparte por otras cosas cuando tratas de evitar que te golpeen la cabeza".

Díaz (19-1, 9 nocáuts) ha buscado la oportunidad del título durante mucho tiempo, incluso por medio de mensajes a Crawford en las redes sociales. El zurdo ha peleado en las 147 libras, donde el estadounidense Lamont Peterson le propinó su única derrota.

Sin embargo, quería medirse a lo mejor dentro de su división natural de las 140 libras.

"Reconozco que Crawford es un gran peleador, pero no creo que sea invencible. Estoy aquí para ganar", comentó Díaz. "Ambos tendremos que definir al ganar cuando estemos en el cuadrilátero, lo demás no cuenta".