Tras algunas semanas de entrenamiento por las carreteras de la Isla, Alberto Contador está próximo a concluir su concentración en el Parador Nacional del Teide. El corredor de Pinto quiso compartir algunas reflexiones antes de afrontar el gran reto de la temporada: el Tour de Francia. Antes, eso sí, cubrirá su primer gran test en tierras galas, con la disputa de la Dauphiné Libéré.

"Tenerife es un sitio ideal para trabajar. Está la altitud, unos 2.300 metros, pero aparte de eso me permite estar totalmente centrado en la bicicleta, optimizando el tiempo ya no solo de entrenamiento, sino también el de reposo. Me transmite una tranquilidad una paz y una confianza luego en competición es importante".

Contador se encuentra en la Isla junto a otros cuatro compañeros de su equipo, el Trek-Segafredo. A saber, André Cardoso, Michael Gogl, Mattias Brandle y Fabio Felline, con los que compartirá la "Grande Boucle". "Son corredores muy polivalentes, pero el Teide es óptimo para todos. A unos nos sirve para pasar mejor la montaña; y a otros, para aumentar el nivel en subida", declaró.

El madrileño, al que se le hace "duro estar fuera de casa" sabe que este periodo es necesario si quiere competir con los Froome, Porte o Bardet por volver a ser el que fue: el ganador de la mejor carrera del mundo.