Muchos de los aficionados del Real Madrid que han conseguido entrada para la final de la Liga de Campeones que se disputa esta noche en Cardiff han pasado esta mañana por el aeropuerto de Barajas para volar al Reino Unido, mientras la Cibeles ya está vallada en espera de la posible celebración.

La mañana transcurre con normalidad en Madrid, aunque ya con parte del importante dispositivo de seguridad desplegado, principalmente en el aeropuerto por el trasiego de madridistas.

Mientras tanto la Cibeles ha terminado de ser vallada y a su alrededor se han instalado los sets para las televisiones.

El grueso del dispositivo de seguridad se pondrá en marcha esta tarde, antes de que el estadio Santiago Bernabéu abra sus puertas para acoger a los aficionados que acudan a ver el encuentro en pantallas gigantes, ya que se prevé un lleno total en las gradas.

Por eso habrá controles en los accesos al campo y restricciones de tráfico, de manera que conviene ir con suficiente antelación, según ha subrayado estos días la Delegación del Gobierno y la Policía.

Otra medida que se tomará para "blindar" la capital es la prohibición de que circulen vehículos de más de 3.500 kilos por las zonas que congregarán más público, al igual que se ha hecho ya en varias ocasiones en los últimos meses.

Esta prohibición estará vigente desde las ocho de la tarde de hoy hasta las cuatro de la madrugada en la plaza de Colón, Cibeles, Neptuno, la confluencia de las calles Alcalá y Gran Vía y las calles adyacentes.

También se instalarán elementos disuasorios -como vallas o coches cruzados- en determinadas calles para evitar la entrada de vehículos en los lugares de máxima concentración de personas.

Y se hará un exhaustivo control de acceso a la zona de la Cibeles, impidiendo que los aficionados que se congreguen allí lleven alcohol, vidrio u otros objetos peligrosos.

Y si el Real Madrid consigue la duodécima Orejona, el dispositivo de seguridad se redoblará mañana domingo para proteger el recorrido que previsiblemente harán los jugadores en autobús descapotable por el centro de la capital, entregando la Copa a la Comunidad de Madrid y al Ayuntamiento, y celebrándolo luego en el estadio.