La que lleva al Tenerife hoy al estadio Ramón de Carranza será una experiencia nueva para casi todos los integrantes de la plantilla blanquiazul. Pero hay tres excepciones, las de jugadores que pertenecieron a equipos que disputaron promociones de ascenso a Primera. Dani Hernández, Samuel Camille e Ismael Falcón son los únicos que ya han recorrido ese camino.

De los tres, solo el portero pudo alcanzar con éxito la meta final. En su primera temporada en el Real Valladolid, la 2011/12, y con Miroslav Djukic en el banquillo, el internacional por Venezuela no solo se clasificó con el conjunto castellano para el "playoff", sino que intervino en los cuatro partidos. En el encuentro de ida de la semifinal no fue titular, pero tuvo que sustituir al lesionado Jaime Jiménez a falta de siete minutos para el final del choque que enfrentó a los pucelanos con el Córdoba, en El Arcángel. A partir de ahí lo jugó todo, cuando antes apenas había competido en dos rondas de la Copa del Rey y en un par de encuentros de Liga. El Valladolid eliminó a la escuadra verdiblanca y logró el ascenso al superar luego al Alcorcón. Dani solo encajó un gol, el que le marcó Fernando Sales en el duelo definitivo.

"Recuerdo que empecé pensando que no iba a jugar ni un segundo, pero tuve la fortuna de disputar casi toda la promoción", comenta Dani trasladándose a aquella etapa. "La enseñanza que saco de esa vivencia es que hay que tratar de aprovechar cada momento, hacer lo que toca, competir siempre y saber sufrir, porque en una eliminatoria es así".

La ocasión se presta para tirar de memoria. "A diferencia del Tenerife, en el Valladolid tuvimos el cartel de favoritos desde la primera jornada. Fue una temporada complicada y la exigencia era alta. En cambio, la presión que hay en el Tenerife es diferente. También es alta, pero es muy bonita, porque luchar por un ascenso es lo máximo a lo que puede aspirar un jugador de clase media", asegura.

Ismael Falcón./M.S.

"Las dos semanas de la promoción se hacen eternas", continúa Hernández. "Quieres acabar y hacerlo bien. Es partido, descanso, partido, descanso y partido. Pero si acabas ascendiendo, todo vale". Sin duda, lo dice por algo.

Su compañero de puesto en el Tenerife, Ismael Falcón, formó parte de dos equipos que accedieron a la promoción y que no consiguieron subir, el Hércules (2011/12) y el Córdoba (2015/16). En el primer caso, después de ser titular fijo durante toda la Liga, cayó lesionado en la visita a la UD Las Palmas de la antepenúltima jornada y se perdió el tramo final del curso. El club alicantino no pasó del primer cruce, en el que cayó ante el Alcorcón. En el segundo, fue el Girona el que apartó del camino a un Córdoba en el que Razak era el portero preferido de José Luis Oltra. Aunque parte como reserva en el doble compromiso con el Cádiz, Falcón se muestra entusiasmado con el que será su tercer "playoff", entre otras cosas porque tendrá como rival al club de sus inicios. "Mis sensaciones serán contradictorias, porque tengo en Cádiz a mi familia y a mis amigos. Todos son socios y cadistas. Pero estoy defendiendo el escudo del Tenerife. Estamos luchando por un sueño de 42 largos kilómetros y ahora llega lo más bonito. Hay que ascender y no mirar los sentimientos", afirma el gaditano.

Y el tercer blanquiazul con rodaje en un "playoff" es Samuel Camille. El lateral francés no faltó a la cita cumbre del Alcorcón frente al Girona de la semifinal de la campaña 2012/2013. El 1-1 de Santo Domingo se quedó en nada tras el 3-1 que encajaron los madrileños en Montilivi. A Samuel le quedó la frustración de no llegar más lejos, pero también alguna que otra enseñanza que espera aplicar en su actual equipo. "En un playoff lo das todo. Juegas cada partido como si fuera el último. Sabes que si quieres subir a Primera, tienes que ser el mejor y ganar cuatro encuentros. Poca gente tiene la suerte de vivirlo", explica el defensa. "Pero no hay ningún secreto. Acabas tercero y a lo mejor sube el sexto. Es como otra Liga, otro campeonato, y hay que darlo todo", advierte Samuel.