José Luis Martí rechazó de plano la falta de intensidad en su equipo o que sus futbolistas se vieran superados por la trascendencia del partido o el ambiente. "Creo que estos chicos están preparados para cualquier situación", comentó sin extenderse para enseguida abordar el núcleo central de su comparecencia: "Solo que nos enfrentamos a un rival intenso". Por ahí se vio empequeñecido al Tenerife durante los 90 minutos.

"No nos hemos encontrado en ningún momento, no hemos superado su presión asfixiante", lamentó el preparador balear para explicar la falta de fútbol de los suyos, "No tuvimos continuidad en el juego, cada disputa era para ellos", lanzó como clave para detallar el porqué de los apuros que pasaron los insulares. De hecho, su "jefe" solo los vio bien "los últimos dos o tres minutos, en los que hemos tenido alguna ocasión". A su juicio, "no hubo manera" a pesar de que el equipo no dejó de remar en todo el encuentro. El resultado "es el que es", aludió para rechazar que la diferencia en el marcador pudo ser aún mayor.

No fue un cambio de planes el motivo del desarrollo de la contienda porque Martí cree que intentaron "jugar como siempre", aunque en vista de que el Cádiz controlaba el partido quiso darle un giro a la situación en la segunda mitad. "Con los cambios le dimos una vuelta a la idea", señaló el entrenador del Tenerife que situó el principal problema en las acciones divididas. "De cada segunda jugada hemos salido perdedores, no hemos enlazado cuatro o cinco pases", insistió antes de indicar que "quisimos contrarrestar esas jugadas con Alberto y Antony (Lozano)" pero las cosas no cambiaron en exceso.

La posición de Gaku Shibasaki como mediocentro sorprendió a propios y extraños. "Esperábamos un partido de ida y vuelta", argumentó un Martí que se refirió a la posición del japonés para "salvar la salida de balón" ante la presión alta del Cádiz. "Metimos a Aitor Sanz en la media punta para presionarles también, pero no encontrábamos ese jugador entre líneas. Por eso, decidimos cambiar de posición a Gaku para ver si lo podíamos encontrar", dijo.

Cuestionado por la entrada de Rubén Cruz en lugar de Alfredo Ortuño en el once del cuadro andaluz, aseguró que le "sorprendió" pero no lo ubicó como clave para lo sucedido. "Rubén Cruz tiene más facilidad para hacer un presión alta. Me imagino que lo habrá puesto Álvaro por eso", se limitó a comentar.

Quiso Martí arrojar algo de optimismo sobre este primer "playoff" al aclarar que "a día de hoy necesitamos un gol, que se marca en cualquier momento". El técnico se refería a la regla que, en caso de mismo resultado en la vuelta (1-0 para el local), permite pasar al Tenerife por acabar mejor situado en la clasificación. "Me preocupa que vamos por detrás en la eliminatoria", admitió antes de poner énfasis en la importancia de "no recibir en nuestro estadio". Hizo además un llamamiento a la hinchada blanquiazul porque "con el estadio lleno y nuestra afición apoyando tendremos muchas opciones de llevarnos el partido porque es un resultado negativo, pero se le puede dar la vuelta en el Heliodoro".

Las prisas del Cádiz hicieron que la rueda de prensa acabara antes de tiempo.