El Tenerife abre una brecha en la eliminatoria que es mayor por las sensaciones que desprende el partido de ayer que por este resultado cargado de veneno. Con el 1-0 como única referencia se pueden hacer lecturas muy diversas para el partido de vuelta, pero conviene poner en la balanza de las apuestas para el sábado la enorme distancia que ayer separó a uno y otro equipos. El Tenerife fue superior de forma neta, rotunda, avasalladora incluso en algunos tramos de un encuentro en el que el Getafe se asomó al precipicio. A remolque siempre, en cada metro del campo, el equipo de Bordalás llegó al Heliodoro como favorito y se marcha sacudido y sin haber tenido la posibilidad de hacer un solo disparo a portería.

El Tenerife cuajó una primera parte, en especial los 35 minutos iniciales, memorables -no hablamos de estética, sino de esfuerzo y compromiso-. Fue un equipo en toda la extensión de la palabra. Jugaron juntos, apretaron todos con ayudas de dos y tres contra uno en cada zona del campo, asfixiaron a los hombres de banda, hicieron esfuerzos defensivos generosos todos sin excepción, llegaron siempre antes en los balones divididos, ganaron cada disputa y atosigaron al rival hasta quitarles la bola una y otra vez sin darles el mínimo respiro. Esa impresionante demostración de actitud conectó de manera natural con el público, que jugó el partido al mismo nivel que su equipo en el campo.

El Tenerife se sintió a gusto en el ejercicio de su presión colectiva, de la que nacieron los robos de balón con los que pudo correr en transición, como en sus mejores días. En el primer minuto ya Amath se había "comido" a Cala, que le hizo un penalti del que fue indultado el equipo madrileño, que tres minutos después volvió a gozar de la gracia arbitral en una obstrucción de Molinero para derribar a un Suso desatado. El Tenerife estaba lanzado y cada vez que recuperaba el balón generaba ventaja para atacar, tenía conexiones para enganchar las contras, en especial por la derecha, donde Suso se hizo el amo y señor del partido. El capitán desequilibró el empate. Peleó un balón en desventaja, se hizo con el, salió con una genialidad de la presión de dos defensas sobre la línea lateral, atacó el área y provocó el córner que, desde el buen pie de Gaku, fue a parar a la cabeza de Jorge, que lo remató con el alma a la red.

Aún con la ventaja y teniendo en consideración el desgaste físico del domingo, el Tenerife mantuvo la altura de su presión y siguió queriendo ir hacia arriba, de la mano de la exhibición de criterio de Aitor Sanz. Camille frustró a Álvaro, Germán llegó a todas, Cámara tapó su costado con la dificultad de que Portillo y Fuster parecen siameses, entrando y saliendo de la zona derecha, y los de arriba, Choco y Amath, aunque cortitos de chispa, dieron la talla, de manera que Lozano fijó a los centrales y Amath los desajustó viniendo a recibir en mitad de campo. La única vez que el Getafe se acercó fue producto de una mala entrega de Jorge, que acabó en un cabezazo alto de Molina. Estábamos ante el mejor Tenerife de la temporada, que apareció en el día más indicado para ello.

Tras el descanso, el equipo local evitó un repliegue defensivo que hubiera sido arriesgado ante Jorge Molina, y mantuvo la pelea cara a cara. El Getafe dio un paso adelante y tuvo más el balón, pero lo que de verdad estuvo muy cerca fue el 2-0 en varias contras dirigidas por Gaku, que empezó por el centro esta segunda parte. Los mensajes desde los banquillos fueron elocuentes: Bordalás metió a Chuli en el mismo minuto que Martí le dio entrada a Alberto, para colocarlo al lado de Vitolo y adelantar a Aitor Sanz. En el minuto 59 Suso se fue por la derecha, centró cerrado, rechazó Guaita y Gaku se sacó una volea que salió rozando el poste. Solo dos minutos después una combinación cerca del área la terminó Lozano con un disparo que Guaita mandó a córner. Con el estadio volcado, al cántico de ¡sí se puede!, el equipo volvió a subir su respuesta y equilibró también el juego. Entró Chuli, que se perdió en la derecha atado por Camille, Martí tiró de Omar para refrescar a Suso, aclamado como actor decisivo de una noche que hace justicia con él; le siguió el cambio de Aarón, para que descansara Gaku, con el estadio rendido a su talento, y entre cambios, lesiones -Juan cala se fue en camilla- , el tiempo se fue consumiendo sin los sufrimientos del pasado domingo. Y es que tras lo de anoche queda la sensación de que fue ante el Cádiz donde se produjo el gran paso.

Orgullo de equipo.

1-0

tenerife-getafe

Tenerife: Dani Hernández; Raúl Cámara, Jorge Sáenz, Germán, Camille; Vitolo, Aitor Sanz; Gaku Shibasaki, Suso (Omar, min. 79); Amath y Lozano. En el minuto 67, Alberto entró por Amath; en el 79 Omar sustituyó a Suso; y en el 82, Aarón Ñíguez, por Gaku Shibasaki.

Getafe: Guaita (1); Damián (1), Cata Díaz (1), Cala (0), Molinero (0); Lacen (1), Faurlin (0); Álvaro (0), Portillo (1), Fuster (1); y Jorge Molina (1). En el minuto 66, Chuli (80) entró por Álvaro; en el 69, Paul Antón (s.c.) sustituyó a Faurlin; y en el 77, Gorosito (s.c.), por Cala.

Árbitro: Francisco Manuel Arias López (Comité Cántabro). (0). Hizo un arbitraje permisivo, favoreciendo mucho los contactos y bajando el listón de las amonestaciones, pero en ese exceso se le fue al limbo un penalti de Cala a Lozano en el primer minuto y más de una tarjeta amarilla. Al final, el Getafe se queja de otro posible penalti por un pisotón de Cámara a Fuster (90'') en el área. Amonestó a Omar (87'') y a los visitantes Cala (32''), Portillo (70''), Lacen (74'') y Chuli (86''). Los asistentes fueron Francisco Lamsfús Bartolomé y Mateo Vaquero Agama. El cuarto árbitro fue Manuel García Gómez.

Gol: 1-0, m.21: Córner que saca Gaku Shibasaki y cabecea a la red Jorge desde el centro del área.

Incidencias: Partido de ida de la segunda eliminatoria de ascenso a Primera División jugado en el estadio Heliodoro Rodríguez López, ante 21.450 espectadores. Noche agradable y terreno de juego en aparentes buenas condiciones. Ambiente excepcional en las gradas, con un mosaico de cartulinas en azul y blanco a la salida de ambos equipos al terreno de juego. El Tenerife lució su indumentaria habitual y el Getafe vistió completamente de rojo. El encuentro fue ofrecido por Movistar Partidazo.