Se acabaron las buenas palabras, las buenas acciones y la paciencia del Tenerife con Cristo González. Después de más de diez meses de negociación para ampliar su contrato y mejorar sus condiciones, el club ha tomado una decisión drástica de cara a la próxima temporada, que será la última del jugador con contrato en vigor: "no formará parte de la primera plantilla" y vuelve al filial.

Lo anunció Alfonso Serrano en la rueda de prensa que ofreció en el día de ayer, en la que explicó que con el canterano "no se ha llegado a un acuerdo" y que se había intentado "retomar las negociaciones, pero ha sido demasiado tiempo". Incluso, admitió que esta misma temporada no se tomó una decisión sobre él "por la marcha del equipo", pero que "si el chico no va a estar aquí no lo vamos a poner en el escaparate".

Visiblemente molesto con el caso de Cristo, el secretario técnico insistió en que "el que quiera estar, estará. Con Jorge se cerró rápido y Alberto está a punto". Lamentó además que haya sido "el canterano al que más hemos protegido desde el club y el cuerpo técnico", algo que no se ha visto reflejado en la actitud del jugador a la hora de negociar. "Ha llegado el momento de afrontar esta decisión. Si quiere renovar, seguirá en el equipo", repitió.

Además, negó que se le permitiera abandonar la entidad en caso de solicitarlo sin contraprestación alguna. "Le queda un año de contrato, no tiene las puertas abiertas", aseguró fijando su nuevo destino en un equipo de las categorías inferiores por definir. "Ya veremos en qué equipo está. A partir de ahora deja de ser del primer equipo", comentó sin aclarar si se ejercitará con el Tenerife B (Tercera) o con el C, que podría jugar en Primera Interinsular.