El nuevo entrenador de la UD Las Palmas, Manolo Márquez, manifestó ayer en su presentación oficial que aplicará un estilo "combinativo, atractivo y vistoso", y que se adaptará a la plantilla que el club ponga en sus manos en la tercera temporada consecutiva en LaLiga Santander.

El técnico catalán, procedente del filial Las Palmas Atlético, al que ascendió a Segunda B el pasado curso, ha explicado que cada equipo tiene "su idiosincrasia" y que "no tendría sentido" que el conjunto grancanario jugase "a balón largo o segundas jugadas", porque "restaría cualidades" a los futbolista que tiene. A diferencia de Quique Setién, al que sustituye en el cargo, Márquez cree que los entrenadores deben adaptarse "a los jugadores que tengan" y el dibujo táctico a emplear "siempre es muy relativo", por lo que tendrá que esperar a ver "cómo queda configurada la plantilla" de forma definitiva. "Lo más importante es ganar el mayor número de partidos posibles, porque los equipos buenos son los que se saben adaptar a cada situación, pero lo intentaremos hacer siempre dentro de un estilo", ha aclarado.

Manolo Márquez no considera que sea un gran inconveniente para él dar el salto de Tercera a Primera división, situación que afrontará con "normalidad", pero sí considera "básico" que haya "buena gestión y buen ambiente" en el vestuario, porque si éste se le escapa de la manos, será "difícil que las cosas funcionen".

Para ello, aboga por "no dejar pasar los conflictos e irlos solucionando" sobre la marcha. Con su nombramiento, Márquez -barcelonés de nacimiento pero con raíces grancanarias- ve cumplida "la mayor ilusión" de su vida, y recalca que está "en un sitio inmejorable" para que la Unión Deportiva "siga creciendo" en la máxima categoría del fútbol español, donde pretende que se "solidifique" y vuelva a ser "un referente", y no un equipo ascensor. "A partir de lograr la permanencia, ya veremos", ha indicado acerca de los objetivos que se han trazado para la aventura.