La salida de Omar Perdomo en calidad de cedido parece la gestión más avanzada entre los asuntos en los que está inmerso el Tenerife. De hecho, el exjugador Emilio Viqueira, que es el director deportivo del Nástic, considera que es muy posible que Omar acabe jugando de granota la próxima temporada.

Viqueira entiende que Omar es un jugador interesante para el proyecto del Nástic, porque les aporta desborde y les da profundidad en la banda. Además, garantiza una interesante cantidad de goles para un futbolista que no se mueve en el área. Omar, que el pasado lunes cumplió 24 años y tiene un año más de contrato, sabe que la opción de salir cedido amplía sus posibilidades de jugar y por ello acepta irse del club blanquiazul, algo que ya intentó en los dos últimos mercados de invierno. En enero pasado estuvo cerca de irse cedido al Getafe, que además parecía dispuesto a firmar una opción de compra. Además, el Nástic fue el destino que más se manejó cuando Omar ya se planteó su salida del Tenerife, en el mercado de invierno de la campaña 2015/16. Ese mes de enero acabó ampliando contrato y terminó aquella temporada jugando incluso de titular. La buena relación de Promosport, que es su agencia de representación, con el club tarraconense, acerca esta opción por segunda vez. El Nástic une esta contratación a la del canterano del Valencia Eugeni Valderrama.

La del extremo grancanario debería ser la última salida de una plantilla que ha perdido en principio a otros diez jugadores: Germán Sánchez, Aarón Ñíguez, Gaku Shibasaki, Choco Lozano, Jouini, Edu Oriol, Rachid, Amath, Tyronne y Falcón. Alguno de ellos puede regresar. Y queda por resolver la situación de Cristo González, que, como Omar, no cuenta en los planes del primer equipo, aunque aún pueden cambiar las cosas antes de que el club lleve a cabo su anunciada medida de devolver al talento de Añaza al filial.

La nueva situación de mercado para el Tenerife implica un esfuerzo similar al que ha tenido que hacer los últimos años, porque va a necesitar incorporar a una cantidad cercana a la decena de refuerzos. El primero ya está cerrado, que es el de Juan Villar, pero su contratación no ha servido para mitigar la corriente de pesimismo desatada cuando Serrano expuso la situación del plantel.