La posible salida del centrocampista Cristo González del Tenerife sigue estancada, aunque bastante menos que hace unos meses. De hecho hay sustanciales variaciones: el jugador y el Real Madrid han alcanzado un acuerdo por cuatro temporadas, en principio para que forme parte del Castilla, equipo que va a jugar en el grupo primero de Segunda División B. Fuentes cercanas al futbolista de Añaza aseguraron ayer a EL DÍA que el traspaso puede producirse en cuestión de horas, desde luego antes de que el equipo tinerfeño se reúna para empezar los entrenamientos el próximo miércoles.

Ahora bien, el Tenerife no ha abierto aún la puerta de salida a Cristo, porque ni siquiera ha contestado a la propuesta del club merengue, enviada por escrito a las oficinas del Heliodoro. En cuanto a las cantidades, Radio Marca informó que la propuesta madridista era de 500.000 euros como punto de partida. Otras fuentes relacionadas con esta operación cifran la cuantía final del traspaso en 750.000 euros, a los que habría que añadir otros conceptos variables.

El siguiente paso en este caso, que debería resolverse cuanto antes para evitar que el jugador inicie la pretemporada en la plantilla del filial, tal como le advirtió en público el club hace unas fechas, será dar por buena una cantidad que satisfaga al Tenerife, aunque la entidad se ha mostrado siempre reacia a dejar marchar a un jugador de indiscutibles posibilidades de futuro. No parece mala opción ingresar alrededor de 750.000 euros y otras variables por el traspaso de un futbolista que ha puesto imposible su renovación, por más que el club haya intentado llevarla a cabo, como ha venido haciendo con todos los jugadores que estaban en su situación, o sea, con un año más de contrato, como son los casos de Jorge Sáenz y de Alberto Jiménez. Si Cristo no sale ahora, el club perderá la opción el 30 de junio de 2018.

El Real lleva años haciéndole un seguimiento a Cristo y lo va a incluir para ayudar a acometer la profunda renovación que está llevando a cabo en su segundo equipo, el Castilla, de cuyas filas ha salido la mayoría de futbolistas, incluido Carlos Abad-Hernández. Las relaciones entre ambos clubes son inmejorables, de hecho la negociación con el citado guardameta lo demuestra, pero el Tenerife no va a poner fácil la salida de un jugador al que valora.