Se marcha uno de los grandes. No es otro que Javi Ledesma. Las lesiones han podido con su pundonor y, sobre todo, con su amor por la lucha canaria. El pasado mes de marzo fue operado de los dos meniscos de la rodilla izquierda. En esas recibió una de las peores noticias: el traumatólogo le recomendó dejar los terreros por salud. Aunque ya era la tercera intervención a lo largo de su dilatada carrera en la citada articulación -más otra en la derecha- buscó una segunda opinión para apurar sus opciones de volver a ponerse la ropa. Esta tampoco fue positiva, con la consiguiente decepción del vallero.

Con todo, le costó mucho aceptarlo. Y es que a sus 37 años todavía seguía estando en forma. Como destacado A pudo seguir llevando a la arena a puntales, con el objeto de seguir haciendo grande a un Rosario que con toda la saga junta -Marcos y Eusebio Ledesma- llegó a ser un equipo casi imbatible.

Con 14 años arribó a una Primera Categoría que no dejó en 20 años. Una de sus penas durante todo este tiempo ha sido no haber alcanzado el estatus de puntal A -llegó a ser B-. Eso sí, venera tal condición. Tanto es así, que en su retiro solicitó a la Regional ser clasificado como puntal -C-. Fue atendido. Qué menos.