Entre los años 2010 y 2013, la FTF encargó obras a la Promotora Puntalarga (propiedad de la familia de Antonio Plasencia) por 1.155.346 euros. En el auto del juez Pedraz se determina que dicha constructora podría haber recompensado económicamente a Juan Padrón y Ramón Hernández por facilitar la ejecución de tales trabajos con el pago de casi el 10% de esa cifra, 122.700 euros. Y en el documento se habla de los vínculos empresariales entre un hijo de Padrón (Francisco) y los actuales gestores de Puntalarga en dos sociedades audiovisuales (Canal 7 Tenerife Sur y Atlántica Televisión). En una cuenta de Tenerife Sport consta el ingreso de esos 122.700 euros con un cheque firmado en el reverso por Ramón Hernández. Ese dinero lo pagó otra sociedad de la familia Plasencia (Urbanización Palm Beach). Según el auto, dos semanas después, esos 122.700 euros se utilizaron para cancelar anticipadamente un préstamo hipotecario de Ramón Hernández y su esposa por 197.000 euros. Otra clave de la investigación a Padrón está en su estrecha amistad con los hermanos Bernad Vico, cuya empresa (Estudio 2000) ingresó entre 2009 y 2016 36 millones de euros en ropa deportiva pagada por la RFEF. Aunque Villar pidió en una conversación a Padrón acabar ese vínculo, el directivo tinerfeño se negó a ello.