Una taquiarritmia detectada en los chequeos que le realizaron el pasado lunes fue la razón por la que los médicos decidieron ampliar las pruebas a Lucas Aveldaño, que fue presentado ayer como nuevo jugador del Tenerife y que podrá empezar a entrenarse este lunes.

El central argentino, de 32 años y con un contrato de dos temporadas de duración por delante con el club tinerfeño, protagonizó ayer un acto en el que estuvo acompañado por el secretario técnico del Tenerife, Alfonso Serrano, y por el jefe de los servicios médicos de la entidad deportiva, Juan José Valencia, quien igualmente atendió a los medios de comunicación para dar detalles sobre este caso especial. "En la prueba de esfuerzo, Aveldaño presentó una taquiarritmia que aconsejó aumentar el estudio cardíaco para descartar patologías más serias. Se le hizo una resonancia magnética cardíaca y un estudio electrofisiológico. Todo salió negativo y se irá incorporando al grupo progresivamente sin ningún problema", explicó el médico para confirmar a continuación que los "riesgos máximos" quedaron totalmente descartados gracias a un "estudio muy exhaustivo" en el que la respuesta de Lucas fue "muy positiva". Valencia aclaró que "este tipo hallazgos que no llegan a nada" se suelen dar en los deportistas de élite, quienes tienen corazones "complicados desde el punto de vista eléctrico". Asimismo, indicó que el Tenerife le realizará "un seguimiento médico al central "por precaución y por lógica más que por otra cosa".

Valencia afirmó que Lucas "tendrá más riesgos si cruza la calle y le coge un coche" que por su salud. Es más, aseguró que su corazón es "el más estudiado de toda la plantilla" del Tenerife.

Por su parte, el futbolista contó que vivió el proceso con "nerviosismo" y con sorpresa, ya que siempre tuvo un expediente médico limpio. "Lo pasé bastante mal, pero ahora quiero centrarme en la pretemporada", añadió. Sus planes pasan por iniciar una puesta a punto progresiva en estos días. "No es que tenga una lesión, pero las pruebas médicas fueron exigentes. Solo esperaba que me dijeran que no tengo nada y ya puedo respirar", comentó convencido de que no le costará igualarse a sus compañeros. "No pude entrenar por la mudanza a Tenerife y tampoco lo hice esta semana, pero antes sí estuve trabajando con Belgrano, así que me encuentro bastante bien", señaló.

Entretanto, Serrano confesó que se preocupó por el estado de Aveldaño, porque "antes que el fútbol está la vida" y lo principal era que el jugador "estuviera bien para poder hacer una vida normal".