Alejandro Martínez volverá a dirigir en LEB Oro después de más de cinco años de haberlo hecho, cuando ascendió a la ACB con el CB Canarias. El tinerfeño vuela hoy a Sevilla, donde dará continuidad a su estancia en un Real Betis Energía Plus al que lamentablemente no pudo salvar del descenso en los seis partidos en los que estuvo al frente. Martínez sabe que en San Pablo, acostumbrados a degustar ACB durante casi tres décadas de forma ininterrumpida, no vale otro logro que no sea el ascenso. Con ese objetivo, el técnico está siendo partícipe de la configuración de una plantilla que contará, entre otros, con Saúl Blanco, un viejo conocido de la etapa canarista.

¿Ya mira al futuro o aún tiene algún resquicio de cierta desazón por el descenso acontecido?

Los descensos no se olvidan. No es plato buen gusto para nadie: ni para mí, ni para toda la gente que rodea al equipo. Lo que queremos es que el paso por la LEB sea corto.

"Grosso modo", ¿por qué descendió el equipo? ¿Cuál es el diagnóstico que hace?

Al final descendemos por un tiro libre. Acabamos igualando el averaje al Zaragoza, entró en juego el coeficiente general y ahí ellos eran mejores. Llegué a falta de seis jornadas en una situación complicada. Creo que el equipo mejoró, pero también es cierto que el calendario que teníamos era muy complicado: Real Madrid, Valencia, Barcelona, Obradoiro, fuera, Andorra y Unicaja, jugándose la cuarta plaza contra Tenerife en su cancha. En Santiago se nos achacó falta de actitud, pero lo que no tuvimos fue acierto, que es diferente. Fueron un cúmulo de circunstancias que llevaron al equipo a bajar.

Son casi 30 años en la élite. ¿Cómo digiere esto la ciudad?

En Sevilla nunca ha estado nadie en la LEB: ni trabajadores del club, ni aficionados, ni periodistas... Hay que aprender a competir y, sobre todo, respetar la categoría. Nadie nos va a regalar nada. Todo lo contrario. Tanto nosotros como el Manresa, los dos equipos descendidos, somos uno de los muchos atractivos de la competición, como también lo pueden ser Palma, Palencia, Ourense, Lugo o Cáceres, proyectos que han estado luchando por estar arriba. Ahora existe el aliciente de que se puede subir. La igualdad es absoluta y no solo consiste en ganar, sino el día que pierdas tratar que los averajes sean cortos.

Sinceramente, ¿tenía para sí que el Real Betis repetiría en ACB por aquello de que no se había producido descenso alguno en las últimas temporadas?

Hasta la última Asamblea tuve esa opción como real. También estaba la posibilidad de que se ampliara la Liga a 18. Había una serie de circunstancias que no invitaban al optimismo, pero tampoco al pesimismo absoluto.

¿Tiene alguna esperanza de que la demanda de su club en contra de la decisión de la Liga ACB pueda prosperar?

No es la primera vez que sucede y la vez anterior el Fuenlabrada participó en la Liga. Vamos a esperar a ver qué pasa.

¿Cómo ve la intención de los grandes clubes de que la competición sea de 16 conjuntos? ¿Es usted más de liga de 18?

Sí. Yo creo que hay que darle cabida a más clubes. O, si no, inventar algún tipo de competición en la que los grandes tengan menos partidos y los pequeños puedan también participar. A lo mejor hay que crear una ACB mayor todavía, con grupos, con conferencias o divisiones al estilo NBA...

Volviendo a la LEB, en su club no se contempla otra cosa que no sea ascender.

Ese es nuestro objetivo. San Sebastián debe ser nuestro espejo. El año pasado descendieron, pero hicieron una magnífica competición regular y eso les llevó al premio de alcanzar la primera plaza, que les daba el ascenso directo.

Le preguntaba porque muchos protagonistas en el deporte de hoy se suelen quitar presión de encima.

Lo que quiere el club está claro. No se lo escondo a ninguno de los jugadores que estamos fichando. Va a haber que saber sufrir porque va a ser una liga larga.

Se ha terminado la relación del director deportivo Berni Rodríguez con la entidad. ¿Está usted llevando personalmente las gestiones para dar las altas?

Sí. Estoy ejerciendo la doble función, junto con mi ayudante, Javier Carrasco, y con el presidente, Fernando Moral, que lleva las negociaciones económicas.

El cambio de categoría hace que el trabajo se multiplique.

Hay que cambiar a casi la totalidad del grupo. La ventaja es que conozco la LEB, he estado muchos años y la he seguido.

Una de las altas que ya ha dado es la del excanarista Saúl Blanco, al que usted conoce bien. Desde finales de 2015 no juega debido a una grave lesión. ¿No es demasiado riesgo?

Ya está recuperado. Creo que es un gran jugador. Lo ha demostrado a lo largo de su carrera.

¿Cree que la LEB ha perdido nivel como se suele decir?

Hay una máxima del deporte: cuando tú no estás dices que la liga ha bajado. No. Creo que la liga tiene muchísimo nivel. Además, como este año se puede ascender, habrá muchos más jugadores que querrán jugar en ella. Falta que la Federación la potencie más, con un canal de televisión que emita partidos, o con unos mínimos de calidad de emisión en internet.

¿Se ve varios años entrenando en Sevilla?

En el último club que estuve en España fueron 11 años. Soy una persona que habla siempre de continuidad. Me gustan los proyectos largos, pero evidentemente depende de que los resultados acompañen y de que la gente del club confíe en ti. En el Canarias estuve todo ese tiempo porque hubo muy buena química. Ojalá se pueda conseguir el ascenso y si es así continuaría en la Liga ACB.

Existe cláusula, pues, de continuidad en caso de ascenso.

Sí.

¿Qué le dice a la gente que pueda pensar que esto es un paso atrás en su carrera?

Un paso atrás es no intentar las cosas. Había otra serie de opciones en Europa y también en América. Yo voy donde creo que me quieren, donde creo que me respeta y donde creo que puedo ayudar. Ahora mismo estoy seguro de que en Sevilla lo puedo hacer bien y creo que vamos a conseguir los objetivos. La gente habla mucho y se busca el amarillismo y provocar. Si esas personas son felices diciendo esas cosas, yo también lo soy.