El Tenerife no tiene previsto anunciar la contratación de nuevos jugadores en los próximos días. Los tres o cuatro refuerzos que quedan por unirse a la plantilla, todos de corte ofensivo, están aún lejos del club. Si bien hay claros candidatos, sus incorporaciones no dependen solo de la decisión del secretario técnico Alfonso Serrano. Con todo el mes de agosto por delante hasta que se cierre el mercado de fichajes, es muy probable que la Liga comience con alguna que otra alta pendiente.

El presidente del Tenerife, Miguel Concepción, aclaró ayer que "no hay nada avanzado", ninguna adquisición que se pueda realizar "de hoy para mañana". Asimismo, reconoció que "queda lo más difícil" en el trabajo destinado a configurar la plantilla. Tras la llegada de los defensas Luis Pérez y Lucas Aveldaño, de los centrocampistas Bryan Acosta y Juan Carlos Real y del delantero Víctor Casadesús, aparte del regreso de Tyronne, Serrano tiene la intención de sumar al grupo a un extremo o interior izquierdo, a un mediapunta y a dos delanteros. Se trata de las demarcaciones más demandadas en la categoría. "No dejamos de trabajar porque nos queda lo más difícil, que es reforzar la parte ofensiva", insistió.

El dirigente aseguró que el club está buscando "esos dos, tres o cuatro fichajes que faltan", y expresó su deseo de "tener alguno antes de que empiece la Liga", el 18 de agosto con el partido en el Heliodoro ante el Zaragoza. "Pero no es cuestión de precipitarnos", advirtió Concepción, convencido de que el "cuerpo técnico" encabezado por Martí "no está nervioso por la carencia de esos jugadores". El presidente apuntó que la clave estará en tener paciencia. "Queremos hacer las cosas bien, sin precipitarnos. Los delanteros están en el punto de mira de todos los equipos y estamos trabajando en eso. Y lo vamos a conseguir, aunque no sea de hoy para mañana".

"Las partes igual nos equivocamos". Con esta afirmación, Miguel Concepción dio a entender que la obligación del Tenerife y de Las Palmas de jugar dos partidos de pretemporada desde hace cinco veranos, y con uno más por cumplir, ha terminado siendo contraproducente. La tensión que se vivió en los derbis estivales del año pasado llevaron a los clubes a pedir la reducción de la Copa Mahou a un único encuentro, pero no hubo éxito. "Tenemos un contrato firmado", recordó Concepción sobre un convenio al que le queda "un año más" de vida. "Ya veremos si lo prolongamos o si a los equipos nos interesa jugar, porque estos partidos tienen su riesgo por la rivalidad que existe y porque la chispa puede saltar en el campo", añadió.