En la noche de ayer se daban las condiciones para que el Pabellón de Deportes Santiago Martín registrara un llenazo a reventar, con un ambiente que mostrara a la expedición de la selección española el calor que desprende la afición tinerfeña... cuando quiere. No fue así. Quedaron entradas por vender y no se pudieron rebasar los 5.000 espectadores de las grandes citas. Esas que hemos vivido este mismo año con las gestas del CB Canarias. Tampoco la animación espontánea jalonó a los hombres de Sergio Scariolo. Sí, se echaron de menos las peñas canaristas en ambos fondos.

Quizás hay factores que disuadieron a parte de la afición cestista insular: el horario, que hoy sea jornada laboral, la transmisión televisiva, el poco atractivo del rival, que no hubiese nada en juego... Es posible. Ahora bien, es difícil pensar que todo eso pese menos que el poder ver por primera vez en la Isla un partido oficial de la selección en sus 82 años de historia, con la mejor generación de jugadores nacionales de siempre, bajo el atractivo de seguir las evoluciones del mago tinerfeño Sergio Rodríguez o del mito catalán Pau Gasol... a precios relativamente asequibles.

El letargo de la afición tinerfeña pudo llegar por un calor al que "La Hamburguesa" suele acoger demasiado bien en esta época estival. Los mayores decibelios llegaron con las presentaciones del "Chacho" y de Pau. El aplauso del respetable, entre los que se encontraban rostros conocidos como los de Félix Hernández, Aniano Cabrera, Nico Richotti, Javi Beirán u Óliver Arteaga, también sonó para homenajear al árbitro lanzaroteño Miguel Angel Pérez Niz, agasajado por el presidente de la Española, Jorge Garbajosa, y el de la Canaria, Manolo Gómez, en una de sus últimas apariciones en el arbitraje. De España, lo esperado en su primera toma de contacto en cuanto a partidos se refiere. Al "Team Ñ" le queda por seguir mejorando para llegar lo mejor posible a un Europeo que tratará de revalidar.

Tras 40 minutos de superioridad local, la ola y el tradicional "España, España, España..." se presentaron en el epílogo de una presencia nacional que tendrá continuidad esta noche, frente a la selección de Bélgica. Esa en la que no nos deberíamos permitir el lujo de no llenar el Santiago Martín con el objeto de propiciar un ambiente de grandes ocasiones.