Vía libre para que Francisco Montañés (Castellón, 8/10/1986) se convierta en nuevo jugador del Tenerife. El requisito que faltaba para que pudiera firmar con el club tinerfeño por las dos próximas temporadas, se cumplió ayer después de que el Espanyol anunciara la desvinculación del jugador, con el que estaba comprometido hasta el 30 de junio de 2018.

Hace una semana, el futbolista formado en la cantera del Barcelona llegó a un acuerdo con el secretario técnico del Tenerife, Alfonso Serrano, y únicamente estaba pendiente de recibir la carta de libertad para seguir adelante con su incorporación al equipo insular.

Finalmente, Montañés puso fin ayer a su relación con el Espanyol, al que llegó en el verano de 2014 tras destacar en el Alcorcón y el Real Zaragoza. Con 25 partidos en su primera campaña (14/15) y solo 7 en la segunda (15/16), el extremo salió cedido hace un año al Levante, con el que vivió el reciente ascenso del club valenciano a la Primera División y donde fue compañero de Víctor Casadesús. Su aportación en la temporada 2016/17 fue de veintidós partidos jugados en la Liga, siete como titular, y un gol. Tras esa experiencia, regresó al Espanyol pese a que el entrenador Quique Sánchez Flores no contaba con sus servicios. De hecho, llegó a ejercitarse al margen del grupo durante una fase de la pretemporada, en la que no tuvo minutos en los partidos de preparación.

Por tanto, a falta de que el fichaje sea oficial, el Tenerife se refuerza con un jugador ofensivo habituado a moverse por la banda izquierda. Se trata de un puesto que la temporada pasada ocupó Aarón Ñíguez, ahora en el Real Oviedo, y que no había sido cubierto en este verano. El único futbolista de ese estilo que forma parte de la plantilla blanquiazul es Álex García, con el que Martí no cuenta y que podría cambiar de equipo en lo que queda de mercado.

El octavo fichaje del Tenerife deja la lista de altas pendientes en dos, ambas reservadas para futbolistas de área, delanteros. Y siguen figurando entre las opciones más cercanas el tinerfeño Nano, siempre que el Éibar acepte su salida a préstamo, y el japonés Kenyu Sugimoto, por el que el club estaría dispuesto a pagar un traspaso.