No hubo giro radical de los acontecimientos y Alexander Mesa "Nano" no jugará en el CD Tenerife. Levante UD y SD Eibar pactaron la cesión hasta final de temporada del delantero tinerfeño con el permiso de este. La llegada de ese futbolista "extraordinario" que esperaba José Luis Martí para completar su plantilla no se producirá. Al menos ahora. Porque la entidad blanquiazul no cubrió el tope salarial impuesto por LaLiga y se reserva una cantidad de dinero por si considera necesario realizar algún retoque en el mes de enero.

El último deseo, ese por el que estaba dispuesto el club a dejar secas sus arcas y esperar hasta el suspiro final del mercado, no pudo ser. "Si ha decidido ir a otro sitio...", deslizaba Martí en su rueda de prensa dejando la pelota en el tejado de Nano. En el acuerdo entre el Levante y el Éibar no se especifica el pago de cantidad extra alguna ni de una opción de compra, aunque en la presentación del jugador (lunes 12:00 horas) podría conocerse algún dato más.

No ha ayudado a una mejor resolución la sensación que tenía el tinerfeño de no ser ya plato principal después de la ambiciosa apuesta por Malbasic y Longo. Tampoco su impaciencia, puesto que el plan del Tenerife era que rechazara cualquier alternativa hasta que el Éibar aceptara la insular como una opción real. No fue así.

Sus representantes, Carlos y Agoney Peraza, tampoco se caracterizan por "ayudar" precisamente al conjunto blanquiazul. De hecho, las relaciones con ellos se han deteriorado el último año y medio.

Ni siquiera eso fue impedimento para que Alfonso Serrano y José Luis Martí esperaran pacientes y en silencio para agotar cualquier posibilidad de traer a Nano de vuelta a la Isla, cumpliendo así con la promesa que le habían dado al tinerfeño. Igualar la oferta del Levante hubiera sido la solución. Pero ni siquiera dispuso de ese margen el Tenerife. La decisión ya estaba tomada.