La selección española afronta ante la de Turquía, en los octavos de final del Eurobasket 2017, la primera de las cuatro finales a las que aspira para poder renovar el título de campeón conseguido hace dos años en Lille (Francia).

El equipo español llega invicto al primer cruce decisivo del campeonato, con moral, con buenas sensaciones y con una teórica superioridad sobre una Turquía que parece falta de recursos, sobre todo bajo los aros, y que tiene en el factor local uno de sus mayores peligros. A los otomanos se les han acumulado las bajas entre sus hombre altos. Sin Enes Kanter, ausente por problemas políticos con su Gobierno, que lo acusó de terrorismo, y sin Ersan Ilyasova y Omer Asik, que prefirieron descansar para afrontar la próxima temporada en la NBA, Semih Erden se ha quedado demasiado solo. Tampoco estará el estadounidense Bobby Dixon, nacionalizado turco, que se cayó a última hora del equipo del entrenador, desde principios de año, Ufuk Sarika.

Si España pasa, Alemania será su rival en cuartos de final. Ayer eliminó a una irreconocible Francia (84-81) que pagó muy cara la falta de eficiencia de su defensa.