Suso Santana se expone a una sanción de tres partidos como mínimo después de su expulsión del pasado domingo ante el Granada CF. Pizarro Gómez le mostró la primera amarilla por desplazar a Machís, que obstaculizaba el saque de una falta: "Empujar a un contrario de forma temeraria, no estando el balón en juego". En la segunda, también con el juego detenido, el colegiado reflejó en el acta que fue por "golpear a un contrario en la cara por medio de un cabezazo, de manera temeraria, no estando el balón en juego".

El capitán del Tenerife no cerró aquí su mal día, sino que antes de abandonar el césped llamó "sinvergüenza" a Pizarro Gómez, comentario que quedó incluido en el apartado de "otras incidencias" del acta arbitral. Y ahí estará la clave para conocer el alcance exacto de la sanción, tanto en la segunda amarilla como en la consideración que el Comité de Competición dé a las palabras que el jugador dirigió al juez de la contienda.

En este sentido, es buena noticia para el tinerfeño que le enseñaran la segunda amarilla. En circunstancias normales, Competición no rearbitra los partidos y se ceñirá a la doble amonestación para sancionar con un encuentro de suspensión a Suso Santana. De haber visto la roja directa, algo justificado en función de la redacción posterior del acta, la sanción hubiera sido superior.

En ese caso, se aplicaría el artículo 98.1: "Agredir a otro, sin causar lesión, ponderándose como factor determinante del elemento doloso, necesario en esta infracción, la circunstancia de que la acción tenga lugar estando el juego detenido o a distancia tal de donde el mismo se desarrolla que resulte imposible intervenir en un lance de aquel, se sancionará con suspensión de 4 a 12 partidos". De este primer castigo grave se escapará el profesional blanquiazul, al que le queda la segunda parte por resolver.

Llamar "sinvergüenza" a Pizarro Gómez le costará más caro. El club espera que sean dos encuentros en virtud del artículo 117 del Código Disciplinario: "Dirigirse a los árbitros, directivos y autoridades deportivas en términos o con actitudes de menosprecio o de desconsideración, siempre que la acción no constituya falta más grave, se sancionará con suspensión de 2 a 3 partidos o por tiempo de hasta un mes". Lo normal, al no existir reincidencia, es que se quede en el castigo mínimo que refleja este apartado.

En el caso de que el Comité considere que se trata de un insulto al colegiado, el castigo será de 4 a 12 jornadas. Se basaría en el artículo 94: "Insultar, ofender o dirigirse en términos o actitudes injuriosas al árbitro principal, asistentes, cuarto árbitro, directivos o autoridades deportivas".

En cualquier caso, Suso se perderá los partidos contra el Córdoba (Liga), el Alcorcón y el Lugo si su suspensión se queda en tres partidos. Si se eleva a cinco, cumpliría también en Copa al considerarse sanción grave y habría que añadir el duelo ante el Nástic.

Precedentes

La duda queda en la expresión: menosprecio o insulto. En las últimas temporadas, ha habido de todo. Sergio Ramos (Real Madrid) fue sancionado con 4 partidos por llamar "sinvergüenza" a Ayza Gámez en un partido ante el Valencia en 2013. Eso sí, lo hizo en tres ocasiones y añadió "llevas todo el puto día jodiéndonos". Además, repitió la expresión inicial al asistente y el cuarto árbitro al retirarse del terreno de juego. Más cerca en el tiempo está el caso de Álvaro Cervera, que llamó sinvergüenza al árbitro De la Fuente Ramos en el Cádiz-Córdoba de la pasada campaña. Tampoco vale como caso análogo al ser sancionados con mayor dureza los técnicos en estos casos. El único caso exacto se dio en un Valencia-Espanyol de 2012. Sergio García fue sancionado con cuatro encuentros. Griezmann recibió dos por llamar "cagón" al colegiado de la jornada inaugural ante el Girona el mes pasado. También consideró Competición menosprecio que Banega dijera "la concha de tu madre" al árbitro del duelo contra el Espanyol. Insulto se consideró un "me cago en tu p... madre" de Piqué en un Barcelona-Athletic de Supercopa (2015). Le cayeron 4 choques, los mismos que a Puñal en 2012 por el mismo insulto en un Barcelona-Osasuna. Pero un "vaya atraco, hijo de puta" de Pepe en un Villarreal-Real Madrid de 2012 se quedó en desconsideración (2 partidos). Víctor Valdés, en un clásico en 2013, se dirigió al árbitro diciendo "os habéis cagado, no tienes vergüenza" (4 partidos). En este carrusel de cambios de criterio hay también un recuerdo tinerfeñista: los 4 partidos a Diego Ifrán por llamar "boludo de mierda" a Munuera Montero en un Llagostera-Tenerife.