El Tenerife de Martí tampoco pudo romper la historia e imponerse por primera vez en el Nuevo Arcángel, un estadio y una ciudad en la que continúa sin conocer la victoria, teniendo ahora otra nueva oportunidad en pocas horas en el mismo escenario en el duelo de Copa de este miércoles. Pero la peor noticia fue la falta de recursos que ofreció el equipo de Martí en todo el encuentro, que se vio claramente superado por el conjunto andaluz, que bajo la batuta de Aguza y con las llegadas de Alfaro y Sergi Guardiola metió en muchos problemas a la zaga blanquiazul desde los albores del choque, y que solo tuvo una inicial y efímera aparición en ataque con un balón pasado por Longo a Malbasic, que el serbio no supo finalizar topándose con una buena parada del portero Pavel Kieszek.

Martí, que apostó por la presencia de Alberto en lugar de Vitolo, encomendó a Longo, Malbasic, Juan Carlos y Tyronne la misión de percutir en la retaguardia cordobesista, pero casi nunca lo lograron en los primeros 45 minutos, en los que el equipo de Luis Miguel Carrión se impuso en el juego y en las segundas jugadas, esas en las que tanto insiste el técnico tinerfeñista en subrayar. Hasta 10 remates a la meta de un inspirado Dani Hernández, y cinco saques de esquina, tuvo el Córdoba para ponerse por delante, pero el Tenerife, al borde del precipicio todo ese tiempo, pudo evitar la caída, que pudo ser mucho peor a raíz de la acción clave de la primera mitad, cuando el partido marcaba el camino al vestuario, y que regaló el colegiado un penalti a los locales que atajó el meta hispano venezolano desviando la pelota a saque de esquina en el golpeo de Sergi Guardiola (45'').

Ahí ya se comprobó como el Tenerife escapó en tablas antes del descanso, pero esa primera mitad ofreció nuevamente a un CD Tenerife obtuso y desajustado, llegando siempre tarde y mal a los balones en disputa y teniendo innumerables pérdidas de balón de manera sangrante. La pareja Aitor-Alberto hizo aguas por todos lados, y el madrileño fue la viva imagen de la desnudez blanquiazul en el Nuevo Arcángel. Si a eso unimos el horrible partido de piezas como Tyronne (no le sale nada), Juan Carlos y Filip Malbasic, se comprende la desesperación que acompañó a Samuele Longo los 90 minutos, haciendo muchas faltas y sin saber a donde moverse para recibir algún balón en ventaja que nunca le llegó.

El cero a cero no reflejaba la superioridad cordobesa en ese primer tiempo, y por eso era de esperar una mejor versión del Tenerife a la vuelta del receso. Pero como apuntó José Luis Martí posteriormente, "fue un espejismo" el brío e ímpetu de su equipo en los primeros compases del segundo acto, que duró un abrir y cerrar de ojos. El gol local se barruntaba y parecía ya a esas alturas un milagro que el cuadro insular saliera vivo del partido.

Colectiva e individualmente, el Tenerife sumaba minutos de esperpento en Córdoba y Martí no dio con la manera de cambiar el curso del envite hasta que pensó modificar algo en el centro del campo. Se estaba preparando para entrar al partido Bryan Acosta cuando el Córdoba se adelantó con un bonito gol de su mejor jugador anoche en el campo: Sergi Guardiola trenzó una buena combinación en la frontal para sacar un certero y mortal tiro al que Dani no llegó (64''). 25 minutos tenía por delante el Tenerife para evitar la derrota y el timonel balear dio entrada inmediatamente a Víctor Casadesús, que casi a renglón seguido tuvo el empate en sus botas, tras un golpeo raso y frontal que desvío a córner con muchos apuros el guardameta polaco del Córdoba. Fue lo único digno que hizo el Tenerife en ataque, que minutos antes había gozado de una falta al borde del área que Juan Carlos Real estrelló en la barrera.

La nula reacción blanquiazul no atisbaba de todos modos el empate. Como hace 15 días en Valladolid, el conjunto tinerfeño naufragó de manera preocupante ante un rival que tampoco lo tuvo difícil para acomodar su primer triunfo en casa de la temporada. Un nuevo intento desde el banquillo: la entrada de Paco Montañés poco resolvió y el equipo del cuestionado Luis Miguel Carrión anotó el dos a cero en el minuto 90 ante un oponente con los brazos ya caídos y la imagen por los suelos.

Un partido y una derrota que enrojecen a un Tenerife con mucho más nivel del ofrecido.

2-0

CÓRDOBA TENERIFE

Córdoba CF: Pawel (1), Fernández (1), Joao (1), Josema (1), Pinillos (1); Edu Ramos (2), Aguza (2); Alfaro (1), Galán (2), Jona (1) y Sergi Guardiola (3). En el minuto 74, Alfaro dejó su puesto a Caballero (1); en el 83'' Guardiola fue sustituido por Jaime Romero (s. c.); y en el 90'', Vallejo (s. c.) entró por Galán.

CD Tenerife: Dani Hernández, Raúl Cámara, Jorge, Carlos Ruiz, Camille; Alberto, Aitor Sanz; Tyronne, Juan Carlos, Malbasic y Longo. En el minuto 65, Bryan Acosta sustituyó a Aitor Sanz; en el minuto 68, Casadesús reemplazó a Tyronne; y Montañés a Juan Carlos (78'').

Árbitro: Gorka Sagués Oscoz (0), del Comité Vasco. Aitor Ríos Pérez y David Canales Cerdá fueron sus asistentes. Se equivocó al pitar penalti en el minuto 45 a favor del Córdoba en una jugada entre Camille y Guardiola en el área blanquiazul. Amonestó a Aitor Sanz (36'') y Longo (87'').

Goles: 1-0, m. 64: Sergi Guardiola, tras un gran disparo de la frontal del área ; 2-0, m. 90: Camille pierde un balón cerca del área ante Caballero, quien avanza sin oposición y bate a Dani Hernández de tiro raso.

Incidencias: Partido de la quinta jornada de la Liga 123 disputado en el estadio Nuevo Arcángel ante unos 10.500 espectadores. Noche calurosa, con unos 24 grados y terreno de juego en buenas condiciones. El Córdoba lució su indumentaria habitual y el Tenerife lo hizo con su tercera equipación, rosa solidaria. El exjugador internacional argentino del Córdoba Daniel Onega, hizo el saque de honor. Aveldaño, Iñaki y Ángel Galván fueron los descartes de Martí para este partido y siguieron el encuentro desde la grada. Francisco Mares fue el consejero del Tenerife en el palco.