Tenerife puede presumir de ostentar a un nuevo campeón de Europa. Nauzet Trujillo cumplió las expectativas de un respetable que casi llenó el graderío del capitalino Pabellón Pancho Camurria. El pasado sábado derrotó en un igualado combate, a los puntos y con una decisión dividida de los jueces, al italiano Shan Cangelosi. El mayor triunfo en sus tres años como profesional le hace acreedor al cinturón continental ISKA del peso wélter -menos de 67 kilos-.

Después de dormir unas horas, el gran protagonista de la velada atendió a EL DÍA aún con una tremenda "alegría" en el cuerpo. "Todos aspiramos a ser campeones de Europa y estoy muy contento por haberlo conseguido". En su segunda pelea por un título internacional se tomó cumplida revancha de su derrota por nocaut del pasado año, en Londres, en la pugna por el Mundial con el británico Charlie Peters.

Y es que el "sacrificio" que llevan aparejadas empresas de este tipo es notable. "Es como tocar el cielo", manifiesta el lagunero rememorando los segundos en los que su nombre resonó en el coliseo tinerfeño, tras ser anunciado como vencedor del combate. Sin embargo, antes tuvo que sudar la gota gorda en los cinco asaltos de tres minutos cada uno al que estaba pactado el título.

Después de que el Camurria escuchara los himnos nacionales de Italia y España, el punto de partida correspondiente al primer asalto fue de tanteo. Ambos competidores se estudiaron mutuamente.

Las verdaderas hostilidades fueron exhibidas tras el primer receso. "Mi esquina me dijo que apretara. Sabíamos que mi rival iba bien con las piernas, y yo en el cuerpo a cuerpo. No debía dejarle distancia", explica.

Dicho y hecho. Trujillo empezó a mostrarse superior acortando distancias. Eso sí, un codo de Cangelosi en el tercero hizo saltar las alarmas. Un corte en el párpado hizo brotar la sangre hasta el punto de que el árbitro avisó de que o cesaba o paraba la pelea.

Solventado el problema, se generaba otro. ¿Atacar para terminar el duelo con un nocaut o defender la ventaja que había tomado en los primeros "rounds"? "El corte no me molestaba, pero sentía presión", revela Nauzet.

El italiano comenzó a crecer a partir de ahí, aunque un codo del tinerfeño también le ocasionó un buen corte en la cabeza. "Controló mejor la distancia, llevó la iniciativa y me pateó un poquito más", admite un peleador insular que fue notando el "cansancio".

El último aliento lo tomó de una afición "increíble" y que le dio "fuerza" hasta que sonó la campana. Esa que anunció el final de una contienda con menos "ritmo" y "guerra" de los esperados, pero que dejó un título en la Isla.

La actividad no cesa para Nauzet Trujillo y el 30 del presente mes se desplazará hasta Birminghan, donde frente a Liam McGrandles. Luego, ya en noviembre, se enfrentará a un rival aún por conocer en Barcelona. Lo hará con un cinturón continental ya a lomos.