Además de mostrarse orgulloso por haber contribuido a "llevar la Copa al Heliodoro", José Luis Martí afirmó que tener como rival en la cuarta ronda a Las Palmas o al Getafe sería una "carga mental excesiva" para el Tenerife, y se quejó por el poco tiempo que tendrá para preparar el partido de este sábado ante el Alcorcón en el Heliodoro.

"El equipo se lleva una eliminatoria justa y, sobre todo, una ilusión para todos, devolver la Copa a la Isla, que es un reto que se marcó el club y que me pidieron desde que comenzó la pretemporada", declaró el entrenador, feliz por haber comprobado que sus jugadores "volvieron a demostrar su carácter competitivo".

Martí opinó que el Tenerife "entró bien" al partido, pero no tardó en recibir las primeras ocasiones por los centros "fáciles" que le llegaban desde el flanco derecho, inconveniente que corrigió tras el descanso situando en el campo a Aitor Sanz, un centrocampista que ayudó en el trabajo defensivo en el costado diestro. "El equipo sabe lo que quiere hacer, aunque todavía nos falta tener un poco más de paciencia con el balón", dijo el técnico, reconociendo que "hay cosas que se tienen que mejorar".

Una vez superada la eliminatoria de Copa con el Córdoba, Martí aceptó plantearse lo que pasará el 28 de septiembre en el sorteo de la siguiente ronda. Al ser preguntado si le gustaría tener como adversario a Las Palmas o al Getafe, equipo que superó al Tenerife en el duelo definitivo de la lucha por el ascenso a Primera el pasado mes de junio, admitió que "esos dos supondrían una carga mental excesiva" para los jugadores. De cualquier modo, agregó que le da "igual" el contrario que le toque. "Lo que quiero es estar en el bombo y competir", remarcó Martí.

Además, aprovechó para quejarse por la distribución de las fechas del calendario en un tramo tan apretado como el de esta semana. "Vamos a llegar muy tarde a casa y, prácticamente, no nos dará tiempo a recuperarnos. Ojalá nos hubieran puesto el partido con el Alcorcón el domingo, pero no han tenido esa consideración con nosotros después de los días que llevamos fuera", declaró refiriéndose a la estancia en Córdoba desde el sábado hasta hoy.

"Nos meten cuatro y parece que da igual; estoy cabreado"

En cuestión de tres días, Luis Miguel Carrión pasó del alivio de lograr la primera victoria liguera en esta temporada, ante el Tenerife, a sentirse "cabreado" por la manera de caer eliminado en la Copa ante el mismo rival.

"Es un duro palo, pero no hay que fustigarse", comenzó diciendo el entrenador local, a quien no le convenció "la imagen" de su equipo. "Nos meten cuatro goles y parece que da igual, y eso no puede ser", continuó Carrión. "Estoy cabreado por los tantos que nos han metido", apuntó.

En particular, lamentó que el Córdoba estuviera ayer tan "plano" en el campo. "Podemos ser unos cabrones o los tíos más alegres del mundo, pero eso no podemos hacerlo", comentó admitiendo que no se sentía lo suficientemente tranquilo para dar una rueda de prensa. "Me hubiera gustado hablar una hora más tarde", reveló.