No paraba de reír en zona mixta. El norteamericano Mike Tobey fue una de las personas más felices en el Santiago Martín. No fue para menos. Se erigió en adalid del Iberostar Tenerife para acometer la remontada -los locales llegaron a ir cediendo de 11 tantos- y con sus 24 créditos de valoración ayudó en gran medida a que el trofeo continental se quedara en la Isla. Una actuación, desglosada en 21 puntos y nueve rebotes, merced a la que fue elegido como mejor jugador -"MVP"- de la final.

Si el algodón no engaña, la pretemporada tampoco. El neoyorkino se destapó como el mejor jugador de la preparación, y ayer sus compañeros le buscaron constantemente en la pintura, donde hizo mucho daño. Tobey se aprovechó a la perfección de los cambios en la defensa venezolana, que dejaban principalmente a Gregory Echenique emparejado con el base de turno canarista. "Pude verlos y aprovecharme para obtener ventajas. Los compañeros me han surtido muy bien de balones", explicó el estadounidense.

Tobey destacó la capacidad del Iberostar Tenerife para recuperarse y acabar haciendo "un gran partido". Una final que nunca vio que se podía escapar de las manos insulares. "A lo largo de los 40 minutos siempre pensamos que la podíamos ganar, aunque ha sido difícil y hemos tenido que luchar mucho contra adversarios muy fuertes", aseveró.

El techo del CB Canarias, con 213 centímetros de altura, arribó a Tenerife con la intención de resarcirse de su irregular segunda parte de año con el Valencia Basket, con el que levantó el título liguero. De momento, las primeras pinceladas que está dando gustan y hacen olvidar a otro gran "center" como fue Georgios Bogris.