La revancha estaba servida e Isaac Araya se la tomó. El pasado sábado, el adejero se volvió a colocar el cinturón de campeón de España de la WMC de muay thai en menos de 59 kilos. El mismo que había perdido en Fuerteventura frente a idéntico rival, David Mederos, con una decisión de los jueces que seguía atormentando al tinerfeño.

En Murcia no hubo que esperar a resolución externa. Los repetidos "low kicks" que Araya infligió a su adversario acabaron con este en la lona, derrotado tras la tercera cuenta del árbitro.

Pero todo no fueron facilidades. Ni mucho menos. "No me sentía cómodo antes de empezar. Me encontraba como lento. Aunque me fui sintiendo mejor en el ring, mediado el primer asalto me tiró una rodilla que impactó cerca del tabique nasal. Pensaba que me había roto la nariz", reconoce el propio protagonista a EL DÍA. Pero no. Mederos lanzaba muchas manos, pero Araya había trabajado cómo contrarrestarlo. "La idea era hacerle muay thai, pero si no me encontraba bien tenía una segunda estrategia, que era patearlo abajo. En el primer asalto le tiré unos 30 "low kicks". Uno de ellos llevó al majorero al suelo, aunque pudo continuar.

En el segundo "round", David salió fuerte a por el sureño, con una ráfaga de manos. Eso no fue lo peor. "Un codo frontal me abrió una brecha en la cabeza. Tenía sangre tanto en la nariz como en la cabeza. Pensé que el combate se me iba", admite Araya.

Sin embargo, la raza de campeón salió a relucir. "Ahí es cuando saqué más garra y empecé a patearle más". El peleador de la provincia de Las Palmas volvió a caer y se volvió a levantar. Pero a la tercera fue la vencida. La cuenta se completó e Isaac Araya recuperó lo que en un tiempo fue suyo.

Tras este éxito, el adejero aguarda para pelear por el título mundial de la WBC. De hecho, iba a hacerlo este fin de semana, aunque su rival nipón se terminó "cayendo" por lesión. Araya, decimotercero en el ranquin planetario, no descarta que la contienda se celebre en España, y en Tenerife en particular.