De Burgos a Tenerife. La segunda temporada de vida de la ACB, la 1984/1985, trajo a la Isla a un jugador que marcaría época en un Canarias memorable. Se trata del riojano Salva Díez, quien un año antes de arribar a Tenerife completó su primera y única campaña en el Club Baloncesto Tizona -equipo puntero de la capital de provincia castellanoleonesa en la época-.

El internacional español, nacido en Albelda de Iregua, compartió dirección de juego con el "mago" grancanario Carmelo Cabrera durante algunos años y ambos llevaron a la fiebre a sus mejoras cotas de siempre, si dejamos de lado la época contemporánea.

Díez perteneció un lustro a la disciplina aurinegra, a la que no abandonó pese a descender a la Primera B. José Carlos Hernández Rizo devolvió al conjunto canarista a la élite en apenas un año, y el riojano sumó tres años más en la ACB con el Canarias.

Y unos números nada despreciables: es el cuarto canarista con más partidos en la ACB -132-, el sexto en anotación -1.057- y en asistencias -132-, y el máximo recuperador -320-.

El San Pablo Burgos-Iberostar Tenerife del próximo domingo -11:30 horas-, con el que el representativo debutará en la Liga Endesa 2017/2018, le trae "muchos recuerdos y sentimientos" con respecto a la mentada época. Eso sí, sus cinco años en La Laguna "los llevo muy adentro", revela Salva Díez a EL DÍA.

Fijada su residencia en Logroño, el exjugador es asiduo a ir a ver partidos a Burgos. Su exequipo, el Tizona -más conocido por el patrocinador, Autocid Ford-, logró tres ascensos a la ACB entre 2013 y 2015 no materializados. Su heredero, el Club Baloncesto Miraflores -San Pablo- sí que ha podido aprovechar la rebaja en la exigencia de los requisitos.

"Ver prácticamente todos los partidos de LEB Oro llenos, con casi 3.000 espectadores en el campo y con esa animación, emociona". Para jugar en la ACB, el San Pablo ha cambiado El Plantío por el Coliseum. Este puede acoger a unos 9.500 espectadores, mientras que unos 8.000 ya se han abonado. "Son cifras importantes, pero ahora queda todo un año por delante en el que saben que les puede costar mantener la categoría", matiza.

Salva Díez no va a poder estar presente para ver el choque donde el Canarias puede empezar a llenar su petate de triunfos. Para su antiguo club solo tiene palabras de reconocimiento y de añoranza. "Estoy orgulloso del trabajo que están haciendo y de lo bien que van las cosas". Y echa un capotazo a la directiva. "Trabajan siendo consecuentes con la realidad que tienen. Hay un presupuesto del que no se pasan. Eso es clave".

El exjugador aurinegro no ha pisado aún la nueva casa del Canarias, aunque espera hacerlo "pronto". Todo, con el objeto de reencontrase con una afición con la que se "identifica" y a la que sigue viendo "igual" que cuando él era protagonista sobre la cancha.