Horas y más horas de trabajo. Esta ha sido la rutina de Jou Costa en el último medio año. El preparador que catapultó al CB Canarias desde la Segunda Autonómica a la Liga EBA, en la segunda mitad de los años 90, fue reclutado por la entidad, el pasado mes de mayo, con el objeto de ser el nuevo director de cantera. El tinerfeño comienza a ver los frutos de un proyecto que espera que cristalice algún día con algún producto aurinegro en la ACB. Algo quimérico en los actuales días.

¿Cómo valora estos meses de labor después de su regreso?

Ha habido mucho trabajo. Los dos primeros meses fueron de adaptación y de preparar la idea que queríamos llevar a cabo. Luego ya vino el verano, con toda la cantidad de actividades -campus, tecnificación...-. Fue una locura. El club se involucra mucho en esas tareas. Ya en septiembre empezó el trabajo con los equipos, con los entrenadores...

Hábleme de esa idea.

Se divide en varios campos. Hoy -por ayer- comienza la escuela de entrenadores. Es un enfoque que el club tiene clarísimo que es necesario para poder crecer. Por otro lado, a los jugadores que tienen una proyección constatada, queremos darle la posibilidad de que desarrollen sus cualidades al máximo y no tengan que abandonar la Isla. Por último, se trata de apoyar y respetar el trabajo de los clubes que se unan a nuestra idea. Ya en edad cadete es donde tenemos que aglutinar los mejores talentos de la Isla.

¿Son proclives a esa idea todos los clubes de Tenerife?

No todos. Cambiar costumbres siempre es difícil. No obligamos a nadie. Hemos llegado a acuerdos con las principales canteras de Tenerife porque lo han visto como nosotros. Hay gente que tiene su parcela y no la quiere perder.

¿Con cuántos jugadores cuenta hoy en día la cantera canarista?

Como la idea es no "robar" jugadores de otros clubes, nuestra obligación ahora es aportar nuevos niños al baloncesto, que es lo que estamos haciendo: establecer una red de escuelas en La Laguna y en otros municipios. El club colabora con municipios de toda la Isla. Y, luego, otras que vamos a gestionar nosotros en colegios públicos y canchas municipales. El proyecto está teniendo muchísima aceptación. Ya tenemos más de cien niños haciendo baloncesto en escuelas que no existían.

¿Hay algún espejo en la ACB de cara a desarrollar el actual trabajo?

Tanto el gente del club, Aniano Cabrera, como yo tenemos muchísima experiencia en este tema. Mi penúltima experiencia profesional fue en México, donde llegamos a tener 1.100 niños haciendo deporte gratuito. Esto, más todos los años que llevo vinculado a la base en Tenerife ha desembocado en que el proyecto no sea un invento. Es un cúmulo de experiencias de ambos para llegar a concluir que este es el camino. Este conglomerado será nuestro futuro. El tiempo nos dirá si tenemos razón.

La futura ciudad deportiva es otra "patita" más del proyecto.

Sería definitivo para poder plasmar todo lo que queremos en una sola instalación. Estamos entrenando en tres instalaciones distintas -Ríos Tejera, Alberto Delgado y Buen Consejo-, compartidas con otras disciplinas, que hace que no entrenemos todo lo que necesitamos... Vi el proyecto y se me rallaron los ojos.

¿Qué es lo que más destaca?

Lo tiene todo. Es un proyecto ambicioso, no solo del club, sino de la sociedad tinerfeña.

¿Cuándo podría ver la luz?

Es algo de lo que no tengo constancia. Van a intentar que sea una realidad a corto plazo.

¿Cuál es el problema para que a los canteranos españoles les cueste tanto llegar a la ACB?

Actualmente, un chico letón o esloveno de 18 años está jugando en la Primera División. Nosotros tenemos tres Ligas profesionales por debajo de la ACB. El nivel competitivo que puede tener un chico lituano de 22 años siempre va a ser infinitamente superior del que pueda tener un jugador de aquí, que lo más que ha podido jugar es en Primera Autonómica.

¿Cómo se puede paliar eso?

La ACB es una empresa. Gestiona sus recursos y lo hace con la máxima rentabilidad posible. La Federación tiene que apostar por los jóvenes. Voy más a una idea de que haya una Liga para que ellos compitan al máximo nivel.

Este año el Canarias tendrá un filial en Primera Autonómica. El salto al primer equipo es brutal.

Aún hay jugadores de más de 40 años que están tapando esos huecos. Es difícil plantear el salto de un jugador de Autonómica a la ACB. Es un tema a largo plazo. Tenemos que estructurar desde cadetes hasta primer año sénior para que los chicos de esa edad tengan la posibilidad de, como mínimo, poder entrenar. Que un canterano nuestro compita en la ACB ahora mismo es una quimera.