El base canarista avisa. "Esta primera fase de la Champions es diferente a la del año pasado. Sabemos que va a ser a cara de perro". Rodrigo San Miguel lo tiene claro. "Tenemos que estar preparados para luchar en cada partido al máximo. El año pasado había dos o tres equipos que tenían menos nivel que el resto. Este año no va a pasar eso", asevera.

En su opinión, la derrota de la primera jornada en Letonia, ante el Ventspils, fue "un toque de atención. Que suceda en la primera jornada y que te ponga las pilas no está mal. No hay que pensar que somos el campeón. Todo el mundo va a ir a muerte contra nosotros".

Al MHP Riesen Ludwigsburg, adversario de hoy, lo define como "un equipo muy físico, que presiona casi los 40 minutos a toda cancha". San Miguel ve a un conjunto que "en ataque vive de sus acciones individuales" y "en defensa" despliegan su arsenal "físico. Va a ser un partido diferente y muy complicado porque no hay muchos equipos que jueguen así", argumenta.

Su equipo llega a la cita tras romper la dinámica perdedora. La victoria de Badalona fue "importante" porque venían de "dos derrotas que nos dejaron con un sabor amargo". El aragonés sabe que hay que "solucionar" la puesta en escena de los últimos partidos. "Estamos jugando sin mucho ritmo al principio. Hay que entrar más fuerte y ser más sólidos para no ir a remolque. Tenemos que presionar lo máximo posible desde la primera jugada para que al rival sea al que le cueste atacar, que se sienta incómodo".

Rodrigo sabe la carga que se deriva de jugar dos partidos por semana, sumados al significado de pertenecer a una región ultraperiférica. "Hay poco tiempo para recuperar. Vivimos esta situación el año pasado. Creo que los nuevos se están adaptando y mañana -por hoy- vamos a estar bien y preparados", reflexionó. Por el bien canarista, que así sea.