El adiós más inesperado. Atenery Hernández se despidió de la categoría sub-23 con un cuarto lugar en el Campeonato de Europa de Durres -Albania-. En su categoría de 53 kilos, logró un cuarto puesto en arrancada con 82 kilos -su récord está en 87-, un quinto en dos tiempos con 95 kilos -mejor marca de 105- y un cuarto en el total olímpico con 177 kilos -su tope está en 192-. No solo no pudo alcanzar los tres oros, que era su objetivo, sino que estuvo lejos del oro y las dos platas conseguidos el pasado año en la ciudad israelí de Eliat.

"Como es normal, ahora mismo no estoy contenta. Soy una persona muy exigente", manifestó, tras la competición de ayer, la propia protagonista a EL DÍA.

Su concurso comenzó con la arrancada. "Un descontrol" propició que hiciera un fallo en 77 kilos. Finalmente lo superó, así como los 79, "sin problema". También se dio validez a su acometida con los 82. En los entrenamientos previos había levantado 80. Una dosis de "confianza" para la próxima gran cita.

En dos tiempos superó los 95 kilos "bastante bien". Llegados los 98, llevó a cabo "un gesto técnico malo" que le hizo "sufrir bastante en la cargada". Se quedó "sin fuerzas. Me dieron dos minutos de descanso para iniciar otro movimiento, pero cuando fui a tirar ya estaba bastante fatigada. La verdad es que no era mi día".

Hernández llegó a tierras balcánicas con el optimismo a rebosar, pero la realidad fue demasiado lastre. Sendas lesiones en la rodilla y en el cuádriceps mermaron en demasía su preparación. "Lo siendo por no haber estado a la altura de esta competición. He luchado con lo que tenía".

Hoy se levantará "con una sonrisa en la cara" y con la intención de "trabajar duro" para estar al "100%". El Mundial Absoluto de Anaheim -California, EEUU- le espera en poco más de un mes.