La buena noticia de la participación de Juan Villar en casi todo el entrenamiento del lunes se desvaneció ayer. De hecho, el delantero onubense no intervino en los ejercicios que realizaron sus compañeros sobre el césped de El Mundialito. Las molestias en el tobillo izquierdo que sufre desde el partido con el Numancia, del 14 de octubre, no han desaparecido y, en principio, le impedirán estar disponible para la eliminatoria de la Copa del Rey con el RCD Espanyol.

Será la octava ausencia de Villar en un encuentro oficial de esta temporada. Llegó muy justo a la apertura de la Liga, después de curarse de una microrrotura muscular, y tuvo unos minutos en el partido con el Zaragoza. Luego repitió en la segunda jornada, pero para ser titular en la visita al Barcelona B. Salió del Mini Estadi con otra lesión muscular que lo mantuvo apartado de la competición hasta el 7 de octubre, día en el que reapareció coincidiendo con el compromiso con el Nástic en el Heliodoro. En medio faltó a las citas de Liga con el Valladolid, Granada, Córdoba, Alcorcón y Lugo, y a las de Copa con el Rayo y el Córdoba. Una vez recuperado, jugó como suplente el citado Tenerife-Nástic y añadió una actuación más, con gol incluido, en el campo del Oviedo, hasta que tuvo que pedir el cambio en el encuentro con el Numancia por una lesión en el tobillo izquierdo. En definitiva, solo ha podido estar en el campo 170 minutos de un total de 1.170, sumando los de Liga y los de Copa. Con todo esto, la cuota de protagonismo de Villar en lo que va de temporada se reduce a un 14,5 por ciento de un teórico pleno de minutos. La suerte no le ha acompañado.