José Luis Martí no solía hablar de los árbitros. Hasta anoche. La actuación de Iglesias Villanueva colmó la paciencia del entrenador del Tenerife, quien se quejó por las decisiones del colegiado, y no solo por las que dieron paso a los dos primeros goles del Espanyol.

El mallorquín se presentó en la sala de prensa apenas unos minutos después de ver por primera vez la acción del penalti señalado a Jorge por unas manos fuera del área. "¿Qué puedo decir? No sé si el resultado habría cambiado si no pita ese penalti, pero nos jode el partido. Y luego, el segundo gol llega por dar una ley de desventaja y no de ventaja", lamentó.

"Fue un arbitraje desafortunado, ha condicionado el partido y nos ha desesperado con tantas faltitas", añadió Martí, antes de contar que la sensación era de "impotencia total" en la plantilla blanquiazul. "Todo lo que diga es poco. Más vale ver las imágenes. No tienen por qué escucharme a mí. Si este árbitro se equivocó el pasado domingo por 30 centímetros (en el gol no concedido a Messi en Valencia), esta vez fue por dos metros y medio. Y a lo mejor fue el asistente y no él, no lo sé. No había hablado de los colegiados, pero algún día tenía que ser".

Por otra parte, afirmó que sus jugadores estuvieron "bastante concentrados para lo que pasó en el campo". En este sentido, agregó que no perdieron "la compostura en ningún momento, independientemente de lo que ocurrió". En esta línea, remarcó que el de ayer fue "uno de los peores arbitrajes" que ha tenido el Tenerife "en mucho tiempo, y no por la circunstancia de los dos goles".

Martí no ocultó su enfado en ninguna de sus intervenciones. "Nos iremos cabreados y dormiremos poco. Tenemos la sensación de que el Heliodoro debió haber visto otra eliminatoria de Copa del Rey, pero no queda otra que pensar en el partido de Liga en Almería".

Al ser preguntado sobre la influencia en Iglesias Villanueva de su polémico arbitraje en Mestalla del pasado domingo, José Luis recordó que no podía estar "en la cabeza" de otras personas. "Somos humanos y nos equivocamos, y a lo mejor la primera jugada la pitó el asistente. Lo mejor es que la gente mire las imágenes", insistió.

Al margen del arbitraje, Martí destacó que el Tenerife jugó ayer con mucho orden. "Buscamos un mayor equilibrio y el equipo se sintió cómodo. Sufrió en momentos puntuales, porque el Espanyol presiona mucho y tiene un buen funcionamiento", explicó el técnico.

"Competimos contra un grandísimo rival, un equipo que nos apretó una barbaridad. Nosotros intentamos hacer lo mismo y fuimos capaces de estar relativamente cómodos. Hay que quedarse con la sensación de que el Tenerife puede dar este nivel y no con lo que pasó fuera del ámbito de nuestras responsabilidades", finalizó el entrenador balear.