En el plazo escaso de cuatro días, Iglesias Villanueva ha demostrado que se perdió el capítulo de Barrio Sésamo en el que se explicaba la diferencia entre dentro y fuera. El domingo estaba dentro el balón tras un disparo de Messi en el Valencia-Barça. Ayer, señaló penalti por una mano de Jorge dos metros fuera del área. Fallos tan groseros no tienen castigo en el mundo arbitral. Porque son "de apreciación". Ni siquiera un error técnico como conceder una ley de la ventaja por una falta sobre el Tenerife que desemboca en el 2-1, porque más que ventaja había desventaja.

Ya no es una cuestión de VAR (videoarbitraje), que ayudará. Y que debió ser aplicado esta misma temporada, como en otras grandes ligas europeas. Es una cuestión de lógica. La que no tiene Iglesias Villanueva para equivocarse menos. La que no tiene Sánchez Arminio para defender a su árbitro y no evitar que pitara ayer.

@juanjo_ramos