El Tenerife a día de hoy es un equipo desarmado y sin recursos para avanzar en sus objetivos en la Liga, y cada partido fuera de casa reafirma las enormes carencias de dirección de banquillo, colectivas e individuales que lo están consumiendo, y que se agrandan cada jornada de manera alarmante. Esta vez fue el Almería el que se aprovechó de la fragilidad blanquiazul para dejar en evidencia a un conjunto, el de Martí, que no sabe cómo solucionar las distintas averías futbolísticas que presenta. Porque en el estadio de los Juegos del Mediterráneo el barco de Martí zozobró por enésima vez en lo que va de temporada.

Seguramente si Samuele Longo hubiera acertado a batir a René en el minuto nueve el partido hubiera tenido otro guion, pero el italiano falló solo ante el portero almeriense y en la siguiente jugada el cuadro de Lucas Alcaraz sí encontró el camino del gol. Rubén Alcaraz disparó desde lejos y Dani Hernández falló en su despeje, al no atajar la pelota y tampoco poder desviarla hacia un lado. El regalo de Dani no lo desaprovechó Marco Motta, que hizo el uno a cero (11''). Los siguientes minutos fueron de desconcierto para los tinerfeños, que se estiraron en busca del empate, pero el plan del Almería de replegarse y salir a la contra casi les da el segundo gol. Un par de contragolpes pudieron ampliar el marcador, pero Pozo y Gaspar no estuvieron finos y el CD Tenerife escapó en tablas de recibir el segundo tanto. Así y todo, nuevamente Longo pudo haber marcado, pero otra vez el guardameta René le sacó la pelota con los pies y abortó el gol blanquiazul. El Tenerife, con Brian Martín y Bryan Acosta orientados a los flancos, no tenía frescura pero sí llegó con cierta asiduidad al área andaluza.

Seis saques de esquina y varios envíos a la zona de castigo no dieron los frutos deseados y el rival, con la rapidez como arma para contrarrestar las dudas de su oponente, esperaba sin despeinarse a que el Tenerife perdiera el balón para buscar con voracidad la meta isleña. Para el equipo de Martí el planteamiento inicial volvía a toparse con la inadecuada manera de producir en ataque sin repartidores de juego que movieran el balón por delante de los pivotes, por lo que sus escasos embates se topaban con las persianas bajadas cada vez que pretendía circular la pelota, y más ante un Almería tan replegado y sin dejar espacios.

Estaba cantado que el entrenador blanquiazul iba a cambiar cosas al descanso, y así lo hizo dejando a Brian Martín y Vitolo en la caseta y dotando al grupo de dos animadores del juego como Juan Carlos y Tyronne. Y fue cuando el CD Tenerife empezó a mover el balón con más fluidez y así se generaron varias llegadas al área rival. En una de ellas, Juan Carlos tiró escorado y René desvió (54''), y en otra a balón parado el portero del Almería -ayer colosal-, sacó una mano milagrosa a remate de cabeza de Carlos Ruiz (60'').

Quien no iba a perdonar era el conjunto de Alcaraz, que en el minuto 69, tras un mal despeje en el centro del campo de Carlos Ruiz, armó una vertiginosa salida por la banda derecha con asistencia de Pozo a Juan Muñoz, quien había reemplazado a Hachim en la primera parte por lesión del delantero marroquí. Muñoz agrandó con el 2-0 la herida del Tenerife, que a pesar del golpe iba a acortar diferencias poco después con un gran golpeo desde fuera del área de Juan Carlos Real (71''), quien reivindicaba con otro gol su suplencia al igual que en Copa ante el Espanyol. Con 20 minutos por delante, el Tenerife se volcó hacia la portería del equipo rojiblanco, pero cada balón alrededor del área almeriense era despejado por la zaga local. Con Malbasic -otra vez suplente- ya en el terreno de juego, la búsqueda del empate era lo único que pasaba por la cabeza de un Tenerife con más criterio pero cada vez con más prisas. Se juntaron entonces Longo, Malbasic, Tyronne, Casadesús y Juan Carlos en el campo, con el grancanario sacando la pelota desde el mediocentro, pero a pesar de tener alguna falta lateral y cinco saques de esquina más, fue el Almería el que pudo sentenciar con dos ocasiones más de Muñoz (78'') y Rubén Alcaraz (89''). De Almería salió por lo tanto otra vez trasquilado el CD Tenerife y sin ser capaz de mostrarse como un equipo con mayúsculas.

Con la impotencia de no saber qué hacer cada semana y un poco más distanciado de sus objetivos: A ocho puntos del ascenso y a cinco del "playoff".

2-1

ALMERÍA TENERIFE

UD Almería: René (3); Marco Motta (1), Owona (1), Morcillo (1), Nano (1); Fran Rodríguez (1), Rubén Alcaraz (1); Joaquín (1), Gaspar (2), Pozo (3) y Khaloua (s. c.). En el minuto 17, Khaloua dejó su puesto a Juan Muñoz (1); en el descanso, Trujillo (1) sustituyó a Owona; y en el 68'', Fidel (s. c.) entró por Gaspar.

CD Tenerife: Dani Hernández; Raúl Cámara, Carlos Ruiz, Aveldaño, Camille; Vitolo, Aitor Sanz, Bryan Acosta; Casadesús, Brian Martín y Longo. En el descanso, Tyronne y Juan Carlos sustituyeron a Brian Martín y Vitolo; y en el minuto 67, Malbasic reemplazó a Raúl Cámara.

Árbitro: David Pérez Pallás (2), del Comité Gallego, asistido por Moisés Mateo Montañés y Adrián Díaz González. Correcto arbitraje del trencilla vigués, sin errores ni complicaciones. Amonestó a Rubén Alcaraz (64''), René (79''), Juan Carlos (90'') y Longo (93'').

Goles: 1-0, m. 11: Disparo lejano de Rubén Alcaraz que repele en corto Dani Hernández y Motta fusila desde cerca. 2-0, m. 68: Contragolpe del Almería que lanza Pozo por la derecha pasando a Juan Muñoz, quien solo en el área bate a Dani. 2-1, m. 71: Conducción de balón de Juan Carlos Real por el medio, quien al acercarse al área dispara ajustado a la izquierda del portero René.

Incidencias: Partido de la jornada 17 de la Liga 1 2 3, disputado en el estadio Juegos del Mediterráneo ante 5.795 espectadores, según cifras oficiales. Noche fría y terreno de juego en perfectas condiciones. El Almería vistió su indumentaria habitual y el CD Tenerife lo hizo con su tercera equipación, con camiseta azul con el aspa blanca y pantalón blanco. Iñaki Sáenz y Ángel Galván fueron los descartes de Martí y vieron el choque en el palco.