Iberostar Tenerife, noveno clasificado, recibe hoy al Unicaja, octavo y con las mismas victorias que los tinerfeños, en un duelo marcado por la necesidad de los dos equipos de ganar y acercarse al final de la primera vuelta entre los ocho primeros y así poder disputar la próxima edición de la Copa del Rey, que se celebrará en Gran Canaria a mitad de febrero.

Sin duda, la incógnita en este choque tan trascendental será si los tinerfeños podrán contar con el base Rodrigo San Miguel, que sufrió un pinzamiento cervical el pasado miércoles, y con el alero Mateusz Ponitka, con un esguince leve de rodilla. Son dos jugadores titulares e importantes en el juego del plantel aurinegro.

Lo cierto es que Fotis Katsikaris ha activado, por si fuese necesario, el "plan B" en busca de mantener el nivel que el equipo ha ofrecido en las últimos partidos.

Kostas Vasileiadis, la última incorporación, tendrá que dar un paso adelante en el caso de que Ponitka no pueda actuar; lo mismo que Javier Beirán. Aunque está saliendo de una lesión, el equipo necesita de su aportación ofensiva.

Pero enfrente tendrá a todo un equipazo. Los malagueños disponen de un grupo de jugadores de primera línea en todas sus posiciones. Además, parecen estar en un excelente estado de forma. El Khimki sufrió esta misma semana, en la Euroliga, el gran momento de los de Joan Plaza.

El Iberostar Tenerife debe afrontar este choque con mucha intensidad, mejorar su trabajo defensivo respecto al encuentro frente al Ventspils y conseguir en ataque el equilibrio entre el juego interior y el exterior. En este sentido, tanto Tobey como Vázquez tendrán un papel importante, ya no solo por frenar el potencial interior de los malagueños, sino por aportar mucho más en ataque.