El Tenerife consiguió ayer romper su mala racha a domicilio después de ocho visitas sin ganar. No lo hacía desde el 28 de agosto, cuando superó por 0-3 en el Mini Estadi al Barcelona B. Lo hizo además en su primera remontada de la temporada, lo que supone también la primera vez que consigue ganar un partido en el que el rival es capaz de marcar (en sus seis victorias anteriores había mantenido la portería a cero).

Lo logró en un campo donde ya había ganado en su última visita, precisamente con José Luis Martí estrenándose fuera del Heliodoro Rodríguez López en el banquillo blanquiazul. Otro dato a tener en cuenta es el penalti fallado, segundo del curso después del que marró Malbasic contra el Osasuna. Era la segunda pena máxima que lanzaba Juan Carlos Real, que convirtió la anterior (en Lorca). En cuanto a la expulsión, es la cuarta que sufre el Tenerife (Suso, Aitor y Acosta fueron los anteriores).