League of Legends (LoL) ha sido una parte muy importante de la vida de Alvar Martín Aleñar, más conocido como Araneae, desde 2009. Durante esos años, la evolución de Martín en el juego ha sido casi tan rápida como el crecimiento de este a nivel mundial y en la estructura competitiva.

Y así ha pasado de jugador amateur a entrenador de uno de los ocho equipos más importantes a nivel nacional: MadLions, que participará el próximo domingo en la SuperLiga Orange (SLO) de la Liga de Videojuegos Profesional (LVP)

El cambio en Alvar Martín empezó en 2010, cuando, tras un año aprendiendo técnicas y jugadas y escalando puestos en la sección competitiva del juego, fue seleccionado por un equipo alemán de eSports, SK Gaming, para representar a Europa. Antes había estado también en un equipo español llamado Dimegio Club, que, sin embargo, no tuvo un gran recorrido. Tras esto Martín se unió hasta a 6 clubs más con el objetivo de "ser el mejor del mundo", como él mismo afirma.

En menos de tres años, Alvar Martín se convirtió en uno de los mejores jugadores de España. No obstante, su ambición tuvo que ir disminuyendo debido al ritmo que le exigía su vida de entonces. "Vivía en Alemania, entrenaba 14 horas al día al LoL y por la noche siempre dedicaba dos o tres horas a estudiar para la Ingeniería Industrial que cursaba, al final tenía, con suerte, ocho horas para dormir", explica el entrenador. No obstante, el punto de inflexión para abandonar esta "locura" de rutina llegó tras enfrentarse a nivel mundial a un equipo coreano, que asegura que les ganaron "con bastante contundencia".

Por eso, tras los "playoffs" de primavera de la LCS europea de 2014, se integró como entrenador en un equipo veterano de la competición, Fnatic, un rol con el que se siente más cómodo. Tras darse cuenta de que por sí mismo "no podía ser el mejor", trasladó su afán a los nuevos talentos del deporte electrónico. "Quiero que otros jugadores cumplan el sueño que yo no pude cumplir", remarca.

Así ha sido, pues el equipo que ahora entrena, MADLions, se convirtió en finalista de la temporada 13 de la LVP, haciendo pasar un rato complicado al equipo ganador, Giants, durante la final.

Según Alvar Martín, este rápido ascenso del equipo se debe, en parte, al alto nivel de exigencia que pide como entrenador. "Exijo el máximo rendimiento, que los jugadores estén centrados y piensen lo que hacen en conjunto, así como que analicemos juntos los errores que se cometen en las partidas", explica Martín, que insiste en que lo importante es que todos "piensen como uno solo".

Asimismo, hay dos características que trabaja continuamente con los jugadores de sus equipos: respetar a los demás para que se les vea como "los caballeros que son", y que sean "inconformistas" para que nunca se conformen con menos de ganar todo lo posible.

Jugadores como Alvar Martín se han convertido en los responsables de haber impulsado la "marca España" en los eSports y de proyectar ese talento hacia Europa.