A Juan Villar le dio tiempo para hacer de todo en el encuentro de ayer con el Córdoba. Marcó dos goles (el 1-0 y el 4-1), asistió a Filip Malbasic en el 2-1 y erró en el lanzamiento de una pena máxima. A los 72 minutos se marchó sustituido del terreno de juego y recibió una sonora ovación. "El año estaba siendo muy difícil para mí, pero la afición ha estado del diez conmigo. No tengo ninguna queja y espero dar muchas tardes de buen fútbol", comentó sobre el premio que recibió en el momento de abandonar el terreno de juego.

No obstante, el futbolista andaluz prefiere hablar siempre en clave grupal. "Estoy contento por lo personal, pero lo importante es el colectivo y empezar ganando para seguir creciendo", dijo en alusión al estreno de Joseba Etxeberria en el banquillo blanquiazul. "Era fundamental sacar los tres puntos y cambiar la dinámica", añadió valorando las últimas semanas de un Tenerife que necesitó afrontar el relevo en los mandos técnicos. Queda mucho por hacer. "A nadie le gustan los cambios, pero vamos a adaptarnos lo antes posible. En una semana es difícil coger todo lo que quiere el míster. Quiere que presionemos mucho y no dejemos jugar al rival", adelantó.

Villar manifestó que "el partido era muy complicado, con un rival que se jugaba mucho, pero hemos estado a la altura". Por eso, deseó que "esto sea un punto de inflexión para el siguiente" antes de admitir que "si no ganábamos se nos complicaban mucho las cosas".