La escudería británica McLaren hace justo un año estaba a punto de iniciar un calvario deportivo y social, cuya deficiente programación, además, acabó siendo un drama y estuvo a punto de empujar fuera del equipo al español Fernando Alonso, quien tras otro año en blanco ha visto en el cambio de suministrador de motor un motivo para renovar por el equipo de Woking.

McLaren se desvinculó de Honda y ha contratado para este curso los motores Renault, con los que en Woking (la sede de McLaren en el suroeste de Londres) esperan no sólo superar el abatimiento que supuso finalizar sin optar al podio por tercer año consecutivo, sino generar ilusión por volver a pelear entre las cuatro escuderías más potentes.

El drama de McLaren el año pasado no se centró sólo en el motor Honda, sino también fue un momento crítico la dudosa planificación del mismo equipo, como quedan expuestas las interioridades de la escuderías en el documental titulado ''Grand Prix Driver'', que se encuentra en la plataforma Amazon.

En cuatro capítulos de unos 25 minutos cada uno, sale a la luz pública lo que sucedió con el equipo británico en la pretemporada y que culminó en el desastre de los ensayos de Barcelona.

El valor del documental es extraordinario, pues en él aparece reflejado no sólo el sueño roto del equipo, que creía que a la tercera sería la vencida con Honda, sino la frustración, primero, porque la escudería es incapaz de acabar de montar el coche a tiempo, así como el consiguiente varapalo de los problemas del mononoplaza en Barcelona, ligados entonces también a una falta manifiesta de potencia de los motores Honda.

En McLaren parece que el capítulo Honda ha quedado ya olvidado y superado, y la era del motor Renault se inicia con una ilusión controlada pero real, que se deberá refrendar a partir del lunes, cuando los bólidos de la Formula Uno inicien la primera de las dos tantas de cuatro días de entrenamientos en el Circuit de Barcelona

Lo que no ha cambiado es la motivación de Alonso por luchar por su tercer mundial, para alcanzar a uno de sus ídolos, el brasileño Ayrton Senna y, cómo no, para darse una alegría después del enorme paréntesis desde el último título (2006).

Hace justo un año, McLaren se disponía a poner tierra de por medio con dos temporadas anteriores para olvidar, de la mano de Honda.

Aquel final de invierno en Woking se esperaba el nuevo motor en ansia, pero la sorpresa llegó antes en la fábrica con retrasos en diversos sectores.

El director de operaciones de McLaren, Simon Roberts, aparece como un figura muy interesante en el documental de Amazon, donde muestra una preocupación nada disimulada, ya que en las semanas previas a los ensayos de Barcelona, y a la presentación del equipo, el suelo del coche no llegaba a tiempo, un hecho que podrían llegar a sacrificar la prueba piloto prevista en Silverstone, como así acabó pasando.

Posteriormente, la llegada del motor RA617H Honda, procedente de Sakura (al norte de Tokio), fue celebrada por todos, hasta que empezaron los problemas de ensamblaje, como desvelan los ingenieros cuando sentencian: "Los ejes principales que sujetan el motor a la caja de cambios no encajan. Tenemos un problema con la unión del motor y la caja de cambios".

El documental no tiene desperdicio porque entra de ello en las sospechas que flotaban en el entorno de la escudería. El primer contratiempo con el motor, antes de que se conectase, motivó que se parase la instalación del nuevo propulsor Honda hasta que se fabricasen las fijaciones nuevas, lo que retrasó esta etapa en la construcción del coche.

Antes del fallido arranque remoto del motor (se tuvo que recurrir a hacerlo de forma automática), el director de operaciones de McLaren confirmó que se anulaba la prueba piloto (''shakedown'') de Silverstone: "No estamos en condiciones de hacer la prueba piloto. No tenemos el suelo (del coche). Se cancela la prueba. Se hará la prueba piloto en Barcelona. Es decepcionante perderse este evento, pero creo que es lo correcto".

El documental revela la crítica interna en una reunión ejecutiva cuando Simons vuelve a poner encima de la mesa el retraso considerable en el plan de trabajo, con el ''test'' de Barcelona a la vuelta de la esquina.

"Aún no tenemos el morro. No tenemos fijaciones para probar el morro. No tenemos suelo ni conductos de freno trasero. Esas tres cosas suponen un gran fallo en la organización", detalló entonces.

"Hay un poco de descontrol en la fábrica. Nunca habíamos estado tan mal. Las cosas no van según el plan, hay retrasos. Técnicamente no tenemos tiempo para terminar el trabajo", sentencia Simons, debido a que McLaren tenía que rechazar el plan A (hacer dos coches, uno para la presentación y otro para Barcelona) y agarrar el B: un coche para los dos eventos.

Ya en Barcelona, el 27 de febrero del 2017, el caos fue ''in crescendo'' desde el primer día en que Alonso sacó el coche del garaje y tuvo que devolverlo sin haber completado una vuelta, por problemas con el aceite, que llevaron a Honda a cambiar de motor.

Siete horas después, Alonso volvió a la pista, para completar 29 vueltas, mientras que otras escuderías, como Ferrari, completaba 128 con Sebastian Vettel.

El motor Honda pasó a ser el foco de atención y de las críticas, al perder potencia sin que los ingenieros japoneses pudiesen dar una respuesta ni encontrar una solución inmediata.

Fernando Alonso, ansioso por tener un coche veloz, empezó a marcar el perfil de ganador que siempre le ha acompañado y no disimuló su malestar ante la situación: "Me siento el mejor piloto. Sólo necesito un motor que corra tanto como los otros en las rectas".

Al final de los ensayos, McLaren había dado en ocho días 425 vueltas, frente a las 2.681 del futuro ganador del mundial, Mercedes.

Acabadas las tandas en Barcelona, y a pesar de que el director de carrera de McLaren, Eric Boullier, intentaba mostrar un semblante público de quien alberga alguna posibilidad, la realidad que manifiesta el documental es completamente antagónica, cuando el francés regresa a Woking para reunirse con Jonathan Neale, director de operaciones de la escudería, para sentenciarle: "Lo tenemos muy negro y no tiene solución rápida".

El pequeño diálogo entre ambos revela que McLaren da casi por sentenciada la temporada cuando aún no se había iniciado la primera carrera: "Necesitamos hablar con el señor Yoshiyuki Matsumoto (máximo responsable de Honda) en Tokio. Tenemos que tener un plan de urgencia. Las declaraciones de Fernando Alonso (puso en duda su continuidad en el equipo) son muy desafiantes", dijo Jonathan Neale.

Finalmente, Bullier también muestra preocupación por el enfado de Alonso y razona lo siguiente: "Mi mayor preocupación es que el equipo no se derrumbe. Conozco el efecto dominó y esto es un negocio. Si eres débil, la gente se va".